El primer paso

En los 55 de ADELANTE

Un largo viaje de más de 16 mil 400 días en una profesión comenzó “con el primer paso…” como sentencia cita el proverbio chino. En los días finales de noviembre de 1970 arribé a la redacción del periódico ADELANTE, entonces radicado en Príncipe número 19, con la pretensión de ser periodista, sin mediar título alguno.
El entonces subdirector Armando Boudet  prestó atención  a mis argumentos para buscar  trabajo, avalados sólo por el recién cumplido Servicio Militar Obligatorio y  los estudios sin culminar el tercer año en el Instituto Tecnológico  de la Caña “Álvaro Barba Machado”.
Fui aceptado en esa escuela de profesionales y revolucionarios, en fin una gran familia. Prácticamente empecé desde cero en un quehacer,  que hoy tengo el gusto de acumular 45 años, pero en la incesante indagación de respuestas para nuevas preguntas.
Mis primeras tareas fueron como auxiliar de redacción en el turno de la noche, a lo cual debo el hábito de escribir, preferiblemente, en horas avanzadas del día. Viene a la mente el ABC de la noticia enseñado con la peculiar manera de Juan Luis Serpa.
También recuerdo aquellas cuartillas creídas  bien escritas, pero devueltas con una tela de araña de flechas y palabras, junto al alboroto del corrector de estilo “La Hormiga Loca” Domínguez.
La primera noticia fue de la zafra azucarera, un tema junto a la agricultura atendí posteriormente durante muchos años, aunque debo confesar que llegar a la condición de reportero en la calle, no fue fácil… hasta que “Paco” Varona me encargó la sección de tránsito, un peldaño por el cual otros compañeros habían ascendido.
En la primera década de labor en ADELANTE, fui  testigo y protagonista de la efervescencia de superación cultural, desde la improvisada aula con asignaturas  de español, geografía y otras, hasta los cursos de nivelación escolar y la carrera de periodismo por encuentros promovida por la Unión de Periodistas de Cuba, en la Universidad de Oriente y la filial creada en la de Camagüey.  Yo, paralelamente, culminé  los estudios de idioma inglés.
En mi caso, los estudios universitarios se extendieron  un poco, por las pausas como combatiente internacionalista en Angola 1976 y Etiopía 1978.
En ese colectivo periodístico  desempeñé varias responsabilidades, hasta que el afán por el diarismo en la noticia, entre otras causas, me hizo enrumbar el camino hacia Televisión Camagüey en los inicios del Periodo Especial, luego de contribuir en los proyectos de tres ediciones cada siete días, y luego un semanario, según menguaban los recursos.
Mis colegas actuales manifiestan en ocasiones que no he despegado el pie izquierdo del periódico. No es mi culpa, sino de los “viejos” y los “nuevos”  que siempre me atraen con propuestas para jurados, invitaciones a compartir tareas…Ahora, los primeros pasos de mi hija Bárbara  en ese colectivo siguen mis huellas en ADELANTE.