Camagüey- El pueblo agramontino acudió al estadio Cándido González a dar su último adiós a Sol Miguel Cuevas, uno de los grandes ídolos de la pelota cubana. Aunque en tristes circunstancias, la afición acompañó sus cenizas, homenaje justo al que tantas veces ensalzará con sus imparables el nombre de la tierra de los tinajones.
Una carrera prolífica amando el campo de juegos y más de 13 campañas como bateador dictaron el camino de un hombre que debutó con los Azucareros y que hoy regresó al palacio de los deportes de Camagüey a pasar a la historia.
Durante varias horas de la mañana sus cenizas reposaron en una de las locaciones del estadio, al que acudieron familiares, amigos y personas allegadas al otrora pelotero de equipos nacionales, como pueden ver en estas imágenes.
Las máximas autoridades políticas y gubernamentales destacaron lo trascendente que fue Cuevas para su pueblo. Don Miguel, como se le conocía participó en diez competiciones foráneas representando a Cuba y se destacó en los Juegos Panamericanos de 1963 donde con tres cuadrangulares en un mismo partido, impuso un nuevo récord para esos torneos.
Fue un momento emotivo donde los presentes, de una forma u otra expresaron su admiración a este ídolo, dentro y fuera de los terrenos. Las anécdotas no faltaron por parte de sus compañeros de antaño que hablaron de la inmensa pasión con la que jugaba cada encuentro.
Miguel Cuevas falleció este viernes a la edad de 89 años, dejando un vacío dentro y fuera de los terrenos pues fue uno de los bateadores de fuerza que trascendieron en los primeros años de las series nacionales de béisbol, donde se ganó el cariño de la afición cubana, convirtiéndose en referente de las futuras generaciones de peloteros.
Texto y fotos Roberto Carlos Serrano
