Descontrol administrativo, la mesa está servida
El descontrol le sirve la mesa al delito y a la corrupción administrativa; al punto de darles a ciertos funcionarios y trabajadores el salvoconducto para que hagan y deshagan subrepticiamente en sus respectivas entidades. Para ellos, la ética es mero discurso, y el dinero fácil, obsesión de vida.