La Patria nos contempla orgullosa

Si el nacimiento de la nación cubana fue el 10 de octubre de 1868, el bautismo fue la entrada victoriosa diez días después al poblado de Bayamo de la tropa insurrecta, al mando de Carlos Manuel de Céspedes.

Ese día 20 de octubre se escuchó allí por primera vez la letra de un himno patriótico, con los versos escritos por Perucho Figueredo, rodeado de una muchedumbre enardecida, sobre la montura de un caballo. En su primera estrofa se refiere a la Patria que nos contempla orgullosa y alude al combate.

Desde entonces, ha sido fiel acompañante en los momentos cargados de dignidad y en los luctuosos, desde el estruendo metálico del machete mambí,  el triunfo del Ejército Rebelde, comandado por Fidel,  y trasciende en la historia de todos los días con la constante defensa de nuestra soberanía.

José Martí, quien lo publicara en Patria, en 1892, calificó al “himno patriótico cubano” de “arrebatador y sencillo”. Recomendó el Apóstol: “¡Oigámoslo de pie, y con las cabezas descubiertas!”.