El ganador de batallas

Hoy el cielo camagüeyano ha estado gris, quizás como despedida para un líder que sin ser perfecto dedicó mucho tiempo de su vida a los pobres y olvidados, a los necesitados y desposeídos. Cuba creo fue su gran pasión, tan alta pasión que los sacrificios hechos para conservarla independiente y soberana fueron el centro de su existencia misma sin temores a enemigos poderosos.

Hoy somos más los que compartimos condolencias que los que se alegran de su deceso y eso creo que es un gran logro para quien fue un hombre polémico siempre, para quien se atrevió a desafiar imperios y a ganar la batalla junto a un pueblo pequeño y pobre.

Me pregunto ¿cómo puede hoy alguien olvidar la esencia misma de considerarse humano y mofarse ante el dolor de una familia y de un pueblo? Las diferencias políticas no deben hacernos irracionales al punto de ser crueles o desconocer los valores de alguien.

De cualquier modo gracias a todos los que han estado, están y estarán al lado de Cuba en este momento. Dios permita que Fidel alcance descanso eterno. Hasta la victoria siempre: Comandante.