Contreras, el chófer de la ruta Santa Teresa-Universidad

En el día del camagüayano, el estrés de transportarse a los destinos está presente de manera constante. El déficit de combustible y piezas hace que las rutas del transporte urbano ya no sean habituales, y se conviertan casi en golpes de suerte.

Todos no pueden costear un coche o carrito eléctrico, por ello para quienes deben llegar temprano a la escuela, trabajo, turnos u otra necesidad existe una esperanza: la guagua roja con la ruta Santa Teresa-Universidad, y su habitual chófer Contreras.

Aunque así le conocen, su nombre completo es Rafael Contreras Aguilar, y está vinculado al sector del transporte desde hace 45 años.

Cada mañana, este agradable chófer enfrenta el reto de la transportación de pasajeros; y si, es un reto, porque todos estamos cargados de necesidades personales y colectivas, y el transporte no ayuda a aliviarlas.

Contreras, sonriente y con la musiquita del momento y del ayer, a bajo volumen, conversa con obreros, universitarios, enfermeras, maestros, abuelos, y todo aquel que quiera explotar sus dotes de orador.

Llevo muchos años de labor, manejé durante años la ruta 19 cuando era la 109, y también los ómnibus articulados, comenta sin apartar la mirada del camino.

Para los vecinos de Santa Teresa esta ruta es una bendición, y la esperan cada día para poder seguir la vida en la ciudad cabecera.

Cuando la guagua de Contreras no pasa se me complica la vida, expresó en diálogo informal una enfermera de camino a su hospital.

Y es que Contreras hace prácticamente una vuelta a Camagüey donde incluye puntos esenciales como el Casino, Ferro, Rotonda de Amalia, Universidad de Camagüey y la Escuela de Iniciación Deportiva. Por ese motivo, casi siempre el ómnibus va repleto de principio a fin.

Actualmente, la ruta sólo da dos vueltas al día, una en la mañana y otra en la tarde; lo cual está matizado por la disponibilidad de combustible. Sin lugar a dudas, no resuelve las necesidades de los camagüeyanos, pero, mientras se espera tempranito en la parada existe la ilusión de ver a Contreras, el chófer de la ruta Santa Teresa-Universidad.

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