“Hombres habrá traidores, pero pueblos no…”
Al cabo de sesenta y dos años, este 21 de octubre se rememoran aquellas palabras que en la práctica fueron epílogo de los acontecimientos de una marcha de 30 mil camagüeyanos, con la vergüenza como arma, junto a Fidel Castro y Camilo Cienfuegos para desarticular la traición contrarrevolucionaria de Hubert Matos.