Tan altos y firmes como la Sierra Maestra son hoy la vergüenza, la dignidad y el valor del pueblo de Cuba
El 26 de octubre de 1959, Camilo Cienfuegos pronuncia su último e inolvidable discurso, ,en la multitudinaria concentración de más de un millón de cubanos frente al Palacio Presidencial, convocada para condenar el criminal bombardeo a La Habana. En medio del clamor de los presentes expresó una convicción que aún nos acompaña.