Díaz-Canel: Ante la COVID-19, el peligro mayor hoy es la confianza

El Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, reflexionó este sábado que, en la misma medida en que la población de la capital coopere más, apoye más y se comporte de una manera más responsable, el país avanzará.

Así lo consideró el mandatario durante la habitual reunión que encabeza junto al Primer Ministro, Manuel Marrero Cruz, para dar seguimiento al trabajo de prevención y control del nuevo coronavirus, en la que se analizó en detalle el comportamiento de la enfermedad en La Habana durante los últimos días.

Ante la realidad de este viernes, cuando Cuba registró 20 nuevos casos positivos a la COVID-19, la totalidad de ellos en La Habana, el Jefe de Estado insistió en la enorme responsabilidad que corresponde a los habitantes de ese territorio.

Al referirse a los tres focos recientes que se han generado en el evento de transmisión local abierto en el municipio de Centro Habana: en la tienda La Época, el Laboratorio AICA y la Empresa Nacional de Transporte del Ministerio del Comercio Interior, Díaz-Canel enfatizó en la necesidad de “explicarle claramente a la población el momento en que estamos y por qué han sucedido esas situaciones”.

Los dos últimos días –comentó- han sido los peores de los últimos 21, tanto para La Habana como para el país. El comportamiento que se ha venido manifestando, señaló, casi nos va diciendo que es la provincia habanera donde en estos momentos van quedando la cola y el epicentro de la pandemia.

El Jefe de Estado compartió su apreciación de que en esta semana, fundamentalmente del miércoles hacia acá, “en la misma medida en que hemos ido avanzando en la disminución de casos, las personas han ido ganando en confianza y están alterando los conceptos de aislamiento social que nos hemos planteado”.

Ante esa tendencia, subrayó que, si bien el país ya está preparando toda la estrategia de la etapa de recuperación de la COVID-19, ella no podrá ser aplicada “hasta que estemos bien seguros de que hay un control exacto de la epidemia para poder pasar a una fase donde tratemos la enfermedad como endemia, porque no vamos a echar por tierra todo lo que se ha estado trabajando con éxito en estos tiempos”.

Incluso las primeras fases de la etapa de recuperación de la COVID-19 –acentuó- siguen exigiendo aislamiento social y físico. Aun después de la recuperación de esta enfermedad y tomando en cuenta las enseñanzas de lo que hemos aprendido en su enfrentamiento, así como el hecho de que Cuba no está aislada del mundo, reseñó que hay cosas que vamos a tener que mantener en el funcionamiento de nuestra sociedad, tal como los hemos aplicado en estos momentos, aunque sea a una menor escala y en determinados escenarios.

Al respecto, el Presidente Díaz-Canel valoró que el distanciamiento físico; las medidas de higiene y desinfección; el rigor en el seguimiento de los síntomas; el pesquisaje y el autopesquisaje; así como el tratamiento a los sospechosos, los enfermos y sus contactos, se van a quedar incorporados en la vida del país, para evitar rebrotes y que otras pandemias dejen afectaciones como las de esta.

Destacó cómo desde el primer momento se convocaron al enfrentamiento todas las potencialidades del sistema de Salud Pública, de la ciencia del país, de la experiencia revolucionaria que hemos adquirido para enfrentar entre todos las situaciones más complejas y todas ellas han demostrado su valía. Eso lleva, y de hecho lo hemos tenido, un apoyo importante del pueblo, afirmó.

Entonces –manifestó- la población tiene que continuar actuando de manera responsable, bajo el concepto que ha ratificado varias veces el Primer Ministro de que no podemos abusar de la confianza, porque en ella está el peligro.

Al retomar los sucesos de las últimas jornadas, Díaz-Canel valoró que en esta semana han ocurrido tres oscilaciones, dos de ellas con veinte o más casos asociados al evento del municipio de Centro Habana. Reflexionó que cuando se examina la naturaleza de estos hechos y el porqué de su ocurrencia, se evidencia que se han producido por fracturas en el accionar de determinadas instituciones y eslabones de la cadena de enfrentamiento a la COVID-19.