Camagüey- Falleció Enrique Larrazaleta (Kiki), uno de los imprescindibles entrenadores de la base; forjador de generaciones de voleibolistas en el sexo femenino por más de medio siglo.
Una temible enfermedad lo separó para siempre de los tabloncillos donde normalmente buscaba seguir aportando talentos a equipos nacionales y sobre todo mujeres de bien.
Jamás aceptó la culpa de los suyos cuando en Cuba comenzaron a decaer los resultados del deporte de la malla alta en medio de las acusaciones hacia los formadores en la pirámide del alto rendimiento.
Junto a su esposa Cándida Rosa Jiménez Amaro buscó la fórmula perfecta hasta el último aliento.
«La escuela mía ha sido la Eide [escuela de iniciación deportiva Cerro Pelado]; los resultados que he obtenido, como yo, mi mujer, ha sido en la Eide, trabajando», expresó en octubre de 2021 a Televisión Camagüey, con el orgullo brotando de sus ojos.
Enrique Larrazaleta Dorta fue el amante perfecto de un deporte que le permitió tener más de una familia.
Fue uno de los responsables por los cuales Camagüey fue potencia en el deporte de la malla alta en cuanto a las competencias nacionales y el aporte a la selección absoluta, incluso en el momento de máximo esplendor de las espectaculares morenas del Caribe.
En su memoria el actual equipo juvenil promete conquistar una medalla en el certamen previsto para Holguín y agradecerle por todas sus enseñanzas.