Del campo al plato

Hacer producir la tierra, nuestra tierra, si bien nunca ha dejado de estar en la agenda de trabajo del Gobierno cubano, en el contexto actual adquiere una importancia estratégica.

En medio de un panorama económico mundial profundamente impactado por la COVID-19, con efectos multiplicados para el país por causa de estrecheces financieras y las limitaciones que nos impone el bloqueo, Cuba insiste —y le es impostergable— en potenciar sus propias reservas para obtener alimentos y disminuir, tanto como sea posible, las importaciones.

Del esfuerzo y la voluntad de muchos depende cuánto se avance o no en el propósito de incrementar y diversificar cada vez más la producción local de alimentos. Para la concreción de tal aspiración se aprobó desde julio de 2020 el Plan Nacional de Soberanía Alimentaria y Educación Nutricional, el cual destaca la necesidad de reducir la dependencia de las importaciones de comida e insumos, garantizar la calidad e inocuidad y disminuir las pérdidas y desperdicios de obtenciones agrícolas.

Apuntalan esa estrategia las medidas  anunciadas en abril de este año para potenciar el desarrollo agrícola en el país.

La correcta implementación de todo lo dictado y su concreción en cada municipio —dotado ahora más que nunca de facultades para trazar su propio camino— es uno de los principales desafíos que enfrentamos.

Así lo ratificó en su última visita a la provincia el vicepresidente de la República de Cuba Salvador Valdés Mesa, quien reafirmó el imperativo de aprovechar las potencialidades endógenas en aras del autoabastecimiento municipal y de crear una reserva de alimentos territorial.

El también miembro del Buró Político del Comité Central del Partido insistió en que hay que convertir la agricultura en el núcleo del desarrollo local para lograr la soberanía alimentaria. Precisó que todo lo que hagamos es para que haya sostenibilidad en ese sector y no vuelvan en el futuro tiempos de desabastecimientos como los que hoy vivimos.

“Aspiramos a que la gente viva mejor, con más calidad de vida”, aseguró.

La producción agropecuaria, un compromiso permanente en Camagüey | Radio  CamagüeyDurante el recorrido por cuatro municipios camagüeyanos y en reunión con productores, campesinos y empresarios, el dirigente cubano insistió en la necesidad de cumplir los términos de las inversiones y en hacerlas bien para ver los saldos en plazos más cortos. En ese sentido señaló atrasos en el proyecto Prodegam (Proyecto Gubernamental de Desarrollo Cooperativo Ganadero) el cual impacta en 105 cooperativas de Guáimaro, Sibanicú, Jimaguayú y de la capital provincial.

Cada municipio tiene que otorgar al desarrollo agrícola el lugar que merece. Por muchos años fue esa una actividad económica desplazada a segundo plano en territorios netamente agropecuarios. Ello trajo como consecuencia que allí escasearan los productos del campo y aparecieran a más altos precios que en la capital provincial, una realidad que urge transformar.

Camaguey fue... - Empresa Suministros Agropecuarios Camaguey | FacebookEl modelo de agricultura familiar que emprende la mayoría de nuestros campesinos ha sido tabla de salvación durante décadas, pero no suficiente para alimentar a todo un país y generar renglones para exportar e ingresar divisas. Hay que rescatar la producción a gran escala, para ello resulta imprescindible el recobro y sostén de los otrora polos  —hoy en mayoría improductivos—, de la cría de cerdos, ganado menor y bovino y la reanimación de las empresas estatales, muchas de las cuales se dedican solo a prestar servicios, mientras cuentan —contradictoriamente— con la mayor cantidad de maquinarias y recursos.

Entre otros desafíos del sector agrícola está que las cifras plasmadas en informes se parezcan cada vez más a las ofertas que llegan a la población y que los planes se acerquen a las necesidades reales del pueblo.

(Fotos tomadas de Internet)