Asisten Raúl y Díaz-Canel a ceremonia de inhumación del destacado revolucionario José Miyar Barrueco

El líder de la Revolución cubana, General de Ejército Raúl Castro Ruz; y el Primer Secretario del Comité Central del Partido y Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, asistieron a la ceremonia de inhumación del destacado revolucionario José Miguel Miyar Barrueco, Chomy, que aconteció en la mañana de este sábado, en el Panteón de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de la necrópolis de Colón.

A su llegada al camposanto, poco antes de iniciar la ceremonia y entonarse las notas del Himno Nacional, ambos dirigentes saludaron a los asistentes, en particular a familiares y amigos de quien fue combatiente de la lucha clandestina y del Ejército Rebelde en la Columna 1, participante en las acciones de Playa Girón, y se consagró, durante más de 30 años, al servicio directo del Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz.

«Las nuevas generaciones de revolucionarios tienen en Chomy un paradigma de lealtad y consagración, un ejemplo de humildad y honestidad sin límites», expresó el Comandante del Ejército Rebelde, José Ramón Machado Ventura, al pronunciar las palabras de despedida del «entrañable amigo».

En nombre del Partido, del Estado y del Gobierno, del pueblo cubano y de sus compañeros de luchas, reiteró «la infinita gratitud y profunda admiración» por Chomy, al tiempo que repasó su brillante hoja de servicios, siempre en defensa de la Revolución.

Machado Ventura evocó el devenir del doctor en Medicina, su rol como coordinador del Servicio Médico Rural y su desempeño, durante seis años, como rector de la Universidad de La Habana, periodo en que fue el principal impulsor de las ideas de Fidel sobre la introducción de la investigación científica en todas las facultades y ramas de la ciencia.

En su intervención, rememoró «la especial devoción y el máximo de eficiencia» con que Chomy desempeñó la responsabilidad de Secretario del Consejo de Estado, así como la coordinación del Polo Científico del oeste de la capital, época en la que nacieron«decenas de centros que hoy son orgullo de la nación y que materializaron la visionaria concepción de Fidel, de que el futuro de la Patria tenía que ser de hombres de ciencia y pensamiento».

Machado Ventura tampoco pasó por alto el quehacer del «excepcional revolucionario» como viceministro de Salud Pública, titular de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente, unido a otrastareas como la creación y funcionamiento de la Escuela Latinoamericana de Medicina.

Añadió que, «con modestia y vocación de servicio», asumió siempre su condición de fundador del Partido Comunista de Cuba, miembro del Comité Central del Partido y diputado a la Asamblea Nacional del Poder Popular; y «el merecido  título de Héroe del Trabajo de la República de Cuba sintetizó su ejemplar vida, que fue toda entrega, dedicación y sacrificio».

«Acostumbrado a dormir poco y estudiar mucho, a investigar hasta el cansancio y, sobre todo, a enseñar»,  así describió Machado a quien logró conformar un amplio patrimonio documental de la vida, la obra y el pensamiento de Fidel.

Para sellar el tributo póstumo, los asistentes, de a poco, fueron depositando rosas cerca del nicho que guardará los restos del destacado revolucionario, y donde sobresalían las ofrendas florales que, en nombre del General de Ejército y de Díaz-Canel, ya habían sido situadas con anterioridad. Fueron ellos, justamente, los primeros en colocar sus rosas.

Les siguieron el primer ministro, Manuel Marrero Cruz; el vicepresidente de la República, Salvador Valdés Mesa; el secretario de Organización del Comité Central del Partido, Roberto Morales Ojeda; el general de Brigada José Amado Ricardo Guerra, secretario del Consejo de Ministros, todos miembros del Buró Político; así como otras autoridades del Partido y del Gobierno, unido a familiares, amigos y compañeros de labor.