Camagüey- Las tarjetas tropicales, antes conocidas como tarjetas de prepago Bandec, es válida tanto para el comercio minorista como para el mayorista. Lejos de ser una novedad, se consolidó como una opción financiera accesible y versátil para un público cada vez más amplio, facilitando la compra de bienes y servicios en el país como importaciones y la compra de combustibles.
Según Yoryana Sarduiz Cruz, Gestora de Comunicación y Marketin del Banco de Crédito y Comercio en Camagüey hace dos años el uso de estas tarjetas se extendió tanto a la población extranjera como cubana. Además se indicó que todas las personas por distintos montos en USD o al cambio en moneda nacional pudieran tener acceso a las tarjetas a través del Banco de Crédito y Comercio porque anteriormente se adquiría por cadeca o en los aeropuertos.
El mercado de las tarjetas tropicales experimenta un crecimiento significativo por la creciente demanda de soluciones financieras, especialmente entre jóvenes y personas sin acceso a cuentas bancarias tradicionales. Su facilidad de uso y la ausencia de requisitos crediticios las convierten en una puerta de entrada al sistema financiero para muchos.
Las ventajas de estas tarjetas es la solución práctica para todos las personas del país incluyendo los extranjeros, facilitando las transacciones con sólo el pin de seguridad. Estas tarjetas tienen alcance a todos los negocios, dígase los negocios que son en dólares para los servicentros, para las tiendas nuevas del país, para la zona franca del Mariel y en todos los servicios donde la población compra con la tarjeta de MLC.
Dentro del panorama financiero cubano, las tarjetas conocidas como tarjetas tropicales son viables ya que ofrecen una alternativa a los métodos tradicionales de pago. Con un crecimiento en el uso de estas tarjetas en los últimos dos años es evidente la creciente demanda por este servicio.
