Cada 20 de marzo, se celebra el Día Mundial de la Salud Bucodental, una fecha clave para recordar a todos, la importancia que tiene la higiene bucal, no solo para el cuidado y salud de nuestra boca, sino también para el cuidado de nuestra salud general.
Existe una amplia variedad de problemas y afecciones que pueden afectar a la salud de nuestros dientes y encías. Aunque, evidentemente, no todo el mundo va a padecerlas, sí es cierto que existen ciertas enfermedades bucales más comunes que otras. Por ello, tienen una alta prevalencia entre la población y son más proclives que otras a desarrollarse en algún momento de nuestra vida.
Entre las enfermedades bucodentales más comunes están las caries dentales que se han posicionado como la patología bucal más común, se estima que afectan al 90 por ciento de la población mundial. Las caries son lesiones producidas por la acción corrosiva de las bacterias bucales, que destruyen los tejidos del diente. Pueden desarrollarse a cualquier edad, a partir del momento en que empiezan a brotar los primeros dientes de leche. Su aparición se relaciona directamente con la higiene oral, así que la forma más eficaz de prevenir las caries es manteniendo unas adecuadas rutinas de limpieza diaria. Aunque hay algunas personas que tienen mayor predisposición genética a padecer caries, se trata de un factor que influye en menor medida.
Otra de las enfermedades de la boca y la lengua más frecuentes es el mal aliento, que se traduce en un conjunto de olores desagradables que salen de la cavidad oral. Aunque existen dos tipos de halitosis, el olor desagradable se debe fundamentalmente a una higiene deficiente, el tabaco o enfermedades periodontales (gingivitis y periodontitis). Por eso resulta fundamental saber cómo limpiar la lengua adecuadamente, así como los dientes y encías.
Otras muchas enfermedades afectan la cavidad bucal, pero es el cáncer el de mayor impacto en la salud general. En Cuba el cáncer bucal elevó su incidencia si se compara con años anteriores, aun cuando existe el Programa nacional de prevención y control de esos tumores. Algunas personas están más expuestas que otras. Por ejemplo, los alcohólicos, los deambulantes, los ancianos que viven solos, y todos aquellos que trabajan en fábricas como las de tabaco, cervezas, ron, en la agricultura, y otros empleos donde se utilizan constantemente esos factores que pudieran provocar algún tipo de lesión en la boca, desde el labio que está expuesto a los rayos ultravioletas, hasta cualquier estructura dentro de la cavidad.
La supervivencia luego de detectado el cáncer en las diferentes partes de la cavidad bucal y de aplicado el tratamiento quirúrgico, las radiaciones o los medicamentos que interfieren en el crecimiento tumoral, o una combinación de ellos, suele ser de cinco años en un poco más del 40 por ciento de los pacientes, cifra que puede duplicarse realizando las acciones establecidas desde los años 80 del siglo pasado por el Programa de Detección del Cáncer Bucal en el país, al cual se accede de forma gratuita.
La higiene bucodental engloba los dientes, las encías, la lengua y toda la cavidad bucal de manera general. Una correcta desinfección bucal implica que los dientes están limpios, las encías no presenten ningún dolor y se encuentren en buen estado y que no haya halitosis, es decir, mal aliento. Los fundamentos de una correcta higiene dental son el cepillado, la limpieza con hilo dental, el enjuague y la visita periódica al dentista e higienista dental.
Comenzar a educar a los pequeños es fundamental para poder crear el hábito saludable de cuidar nuestra salud bucodental. También, se debe acudir con regularidad al estomatólogo y llevar una dieta equilibrada para ayudar a mantener la higiene bucodental.