La Arenera: la fuerza dentro de lo cotidiano (+ Fotoreportaje)

El cantar de los gallos, la comunidad despierta y las callen cobran más vida. Es otro día para enfrentar  lo cotidiano y lo desconocido. Una familia prende un horno de carbón para cocinar mientras se pelea con el vecino porque el humo ensucia sus sábanas tendidas. Un puente de seguridad improbable, calles llenas de baches y zanjas, el dolor e incomprensión, la culpa y el resentimiento son algunas de las cosas presentes en la Comunidad de la Arenera.

Puede resultar desalentador ver las condiciones de vida que nos aquejan a muchos, pero sigue siendo un rayo de esperanza saber, que en lugares apartados como esta comunidad escondida, se pueden recorrer las calles y ver saludos y rutinas mañaneras; la costurera, el cochero, el panadero, el que busca la conexión desde la sombra de un árbol y los pequeños que juegan con el perro del vecino. El cubano es así, tiene una esencia que le permite ser luz en medio del caos, convertir en chistes sus desgracias, sonreír en medio de la tormenta. A mí por lo menos, me gusta encontrar esas sonrisas.

 

Fotos: Judith Colunga Olivera

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