La bitácora del Che

Cada año es necesario reflexionar sobre bitácora de la vida y quehaceres de un rebelde llamado Ernesto “Che” Guevara de la Serna. No pierde vigencia su ejemplo y abnegación: es un paradigma en los relevos de generaciones de cubanos y de los hombres  y mujeres de buena fe en el resto del mundo.

El argentino que nació el 14 de junio de 1928 forjó su vida como si estuviera hecho de una arcilla amasada por la hidalguía que lo llevó a los cuatro puntos cardinales en la desinteresada lucha por el bienestar social de los hombres y mujeres oprimidos de África y Latinoamérica. 

Un  año antes de recibir el título de médico, en el año 1951 emprende un recorrido por Sudamérica en compañía de Alberto Granado que los lleva a Chile, Perú, Colombia y Venezuela. Posteriormente en 1953, ya graduado, en la visita a otros países aprende una asignatura no impartida en escuela alguna de esos tiempos, con el tema de la situación de los pueblos como Perú, Ecuador, Panamá, Costa Rica, Nicaragua, El Salvador y finalmente, Guatemala.

En el país del quetzal se une al movimiento popular en contra del golpe de estado al gobierno de de Arbenz. En esas andanzas revolucionarias conocería a Antonio Ñico López, quien luego en México lo presentaría a Raúl y Fidel. En esa misma cita se convierte en el médico de de la expedición del yate Granma.

La brillante trayectoria del “Che” es muy cercana e imitable para los cubanos, desde que el médico y guerrillero se convirtió en uno de los modelos del triunfo de las tropas rebeldes contra la dictadura de Fulgencio Batista, hasta la manera en que brilló su espíritu creador como uno de los máximos conductores en las transformaciones sociales de nuestro pueblo.

Tras el triunfo de las fuerzas rebeldes, el guerrillero se convirtió en enviado especial en misiones diplomáticas, presidente de banco nacional, ministro de industrias, promotor de la economía socialista, forjador de hombres y mujeres en un mundo nuevo.

Pero un pensamiento inquietante motivaba sus  propósitos más allá de nuestras fronteras; el Che Guevara  es un gigante que trascendió a la muerte y se convirtió en símbolo universal de la rebeldía  en los procesos de cambios en otros pueblos del mundo,  que forjan día a día su espíritu revolucionario.

Así, en 1965 arriba con un grupo de combatientes internacionalistas para entrenar a los grupos guerrilleros del Congo. Luego de siete meses se toma la decisión de retirar a los cubanos.

En 1966 reemprende la lucha y llega a las tierras bolivianas comandando el Ejército de Liberación Nacional. Fueron once meses de acciones combativas, problemas de comunicación e incomprensiones.

El ocho de octubre de 1967  es apresado  por soldados bolivianos, entrenados y armados por los Estados Unidos; al día siguiente asesinado, como si con un disparo fueran a borrar las ideas de un gigante que trascendió a la muerte y se convirtió en símbolo universal de la rebeldía  en los procesos de cambios en otros pueblos del mundo,  que forjan día a día su espíritu revolucionario.