El 25 de febrero, celebramos el Día Internacional del Implante Coclear, una fecha que marca la revolución en la vida de miles de personas en todo el mundo. Esta es la historia de una joven cubana, a la que llamaremos Ana, cuya vida cambió gracias a esta maravillosa tecnología.
Ana nació en una pequeña localidad de Cuba, donde los sonidos de la naturaleza y la música caribeña forman parte del paisaje cotidiano. Sin embargo, desde temprana edad, nunca pudo escuchar estos sonidos, pues nació con una pérdida auditiva profunda, diagnosticada desde que tiene memoria. Sus padres, llenos de amor , buscaron soluciones durante años, hasta que finalmente encontraron una luz de esperanza: el implante coclear.
El proceso no fue fácil. Ana y su familia viajaron numerosas veces a La Habana para consultas, evaluaciones y, finalmente, la cirugía. Recuerda el día en que se encendió su implante como si fuera ayer. Era un día soleado, y Ana, con apenas ocho años, estaba nerviosa pero emocionada. Al activarse el implante, el primer sonido que escuchó fue la voz de su madre, un momento tan conmovedor que dejó a toda la familia en lágrimas de alegría.
Los meses siguientes fueron un desafío de adaptación y aprendizaje. Tuvo que acostumbrarse a los nuevos sonidos y aprender a distinguirlos, tanto los apreciados como los molestos. Asistió a terapias auditivas y su familia se involucró activamente en su proceso de rehabilitación. Cada pequeño avance, como reconocer el ladrido de un perro o el timbre de una bicicleta, fue una victoria celebrada con entusiasmo.
Con el paso del tiempo, Ana se convirtió en una joven segura y llena de energía. Pudo realizar sus estudios con normalidad, donde fue incluso destacada y encontró una pasión por la enfermería, dónde 15 años más tarde ha alcanzado por fin su sueño al convertirse en Licenciada en enfermería en este 2025.
Hoy, Ana comparte su historia para inspirar a otros. Se ha convertido en una defensora del uso de implantes cocleares y colabora con organizaciones que brindan apoyo a familias en situaciones similares. Su mensaje es claro: nunca rendirse y siempre buscar soluciones, porque la tecnología y el amor pueden hacer milagros.
En este Día Internacional del Implante Coclear, celebramos no solo los avances tecnológicos, sino también las vidas que han sido transformadas gracias a ellos. Historias como la de Ana son escuchadas a lo largo de toda nuestra isla, e incluso más allá, nos recuerdan que el sonido no es solo una percepción física, sino una conexión emocional que enriquece nuestras vidas de maneras indescriptibles.