Cuando cada 10 de diciembre se celebra mundialmente el Día de los Derechos Humanos, hay que pensar en Cuba, pues todo lo que ha hecho la Revolución desde el mismo Primero de Enero de 1959 es de justicia, paz, amor y verdadera democracia.
Sin embargo, la propaganda imperialista grita a cuatro vientos que en nuestro país rige la dictadura, la represión, la censura de prensa. Nada más absurdo, cuando un pueblo ha decidido vivir en la construcción del socialismo y con el acompañamiento de los líderes de la Revolución, quienes se han ganado el apoyo del pueblo.
El Día de los Derechos Humanos surge porque en esa fecha del 1948 se conmemora el día en que la Asamblea General de las Naciones Unidas aprobó la Declaración Universal de los Derechos Humanos. En 1950, la Asamblea adoptó la resolución 423 (V), invitando a todo los Estados y organizaciones interesadas a que observen el 10 de diciembre de cada año como Día de los Derechos Humanos.
En esta ocasión el Día está dedicado al lanzamiento de una campaña de un año de duración para conmemorar el 50 aniversario de los dos pactos internacionales de derechos humanos: el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales y el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, que fueron adoptados por la Asamblea General el 16 de diciembre 1966.
Por eso, los Derechos humanos en Cuba no es cosa de juego, ni puede quedar en el silencio lo que se hace en materia de democracia en este pequeño país bloqueado y debe y tiene que ser conocido por todo el mundo.
Es innegable lo que ha favorecido este país a su pueblo en temas tan sensibles como la educación, salud, cultura, deporte, colaboración internacional, avances científicos, derechos a la información, siempre en bien del ser humano.
Y ese es el mayor capital que se puede tener, el humano y es ahí donde radica precisamente la fuerza de Cuba. Una nación asegura su futuro si atesora hombres y mujeres de bien.
