San Juan, entre sorprendidos y perseverantes

A muchos camagüeyanos los sorprendieron las intensas lluvias y fuertes vientos en la  noche del martes, mientras esperaban el paseo de carrozas, congas y comparsas, tras el fallido intento del desfile en el día anterior, por similares causas.

La situación pasó a mayores ayer 27 de junio. La periodista Aymee Amargós dispuesta para la cobertura  en la Plaza de la Caridad, cuenta que de momento comenzó la intensa lluvia acompañada de fuertes vientos, que removieron de su lugar las sillas de la tribuna principal, volaban por los aires pedazos de techos de cartón y otras piezas de los kioscos de gastronomía aledaños.

Las personas –muchos niños entre ellos– que aguardaban el paseo sanjuanero se refugiaron  en los grandes portales de la Avenida de la Libertad hasta que pasara la tormenta, acompañada de descargas eléctricas.

Perseverancia, una de los atributos de los camagüeyanos, estuvo presente entre quienes salieron a las calles para disfrutar una de las principales ofertas del San Juan, entre el 24 y 29 de junio: no había terminado de pasar el aluvión cuando la conga Los Caribes se apropió con sus tambores y  llantas de automóviles de la avenida. Con su pegajoso ritmo en dirección hacia la plaza y en sentido inverso, como una gran lanzadera, fueron seguidos por muchos osados a reiniciar la fiesta.

Otra de las vivencias en este festejo pasado por agua ocurrió en la Avenida Javier de la Vega, en el reparto Garrido, con la particularidad de un largo apagón. Los compañeros de la Empresa Eléctrica trabajaron intensamente y cuando reiniciaban el servicio se escuchó un rumor que llegó a viva voz en esa área de fiesta. Uno de los operadores que llamaba a la planta, sorprendido tras una palabrota agregó a su radioyente “esto está lleno de gente…”

Con sesenta y tantos años, este principeño de pura cepa no recuerda la ausencia de las lluvias en las tradicionales fiestas de San Juan en el mes de junio. Recientemente, en la conversación con varios jóvenes recordaba que durante la intensa sequía del 2005, apenas llovió más de una docena de veces en la ciudad de Camagüey. Una de esas favorables jornadas fue el 24 de junio.