Salud y humanismo

 

Los trabajadores de la salud  en Cuba  conjugan armónicamente ciencia y humanismo. Una profesión que Implica responsabilidad.

Cada 3 de diciembre se recuerda al científico Carlos J. Finlay, descubridor del agente transmisor de la fiebre amarilla. El aniversario   de su natalicio sirve  para reconocer el empeño de quienes desde la atención primaria  hasta los laboratorios más sofisticados  hacen posible la salud y el bienestar

SER MÉDICO CUBANO no es solo graduarse de medicina  y ejercer. Lleva muchas otras conquistas. Tienen arte, pasión, conocimientos. Buscan soluciones, se enamoran de lo que hacen, luchan cada día y viven cada situación por difícil que sea con un optimismo increíble; para ellos no hay imposibles.

Uno de los principales objetivos sociales de Revolución triunfante en enero de 1959 en Cuba, fue la asistencia médica a toda la población, como estaba delineado en el Programa del Moncada expuesto por Fidel Castro.

Desde entonces mejorar la existencia de las personas enfermas y salvar vidas con marcada vocación   signan hoy el ejercicio de la medicina en el país y se extienden a otras regiones del mundo.

Su recompensa es saber que el  paciente está mejor y que el tratamiento hizo efecto. Trabajan con esa medicina universal que es el  Humanismo.