A las noticias en el enfrentamiento a la pandemia de la Covid-19, los cubanos hemos estado preocupados y ocupados los últimos días acerca del tránsito amenazante de tormentas tropicales y las réplicas en el territorio oriental de la Isla del terremoto de magnitud 7.2, que ha ocasionado hasta el momento la muerte de alrededor de mil 300 personas y más de cinco mil 700 de heridos en la República de Haití.
Las primeras horas de la mañana del sábado 14 de agosto, temblores irregulares de edificaciones y el terreno en la región oriental de Cuba –incluso hasta en la norteña ciudad de Nuevitas– causó cierto nivel de alarma entre los habitantes, como consecuencia del fuerte terremoto en la vecina isla caribeña, y muchos han rememorado las funestas imágenes del sismo en el año 2010.
El Centro Nacional de Investigaciones Sismológicas (Cenais) destaca que hasta la fecha se han registrado más de 400 réplicas, con magnitudes desde 4.2 hasta 6.0. El doctor Enrique Arango, vicedirector técnico del Cenais, indicó en su página de Facebook que ese proceso puede durar semanas y serán sentidas o no por la población en las demarcaciones orientales cubanas.
Con cierto orgullo respaldamos la actitud de nuestros colaboradores de la salud que se incorporaron de inmediato a atender los heridos, incluso fuera de las instalaciones hospitalarias afectadas por el sismo, uno de diez más letales de los últimos 25 años en Latinoamérica de acuerdo con el Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS).
Por otra parte, países latinoamericanos y la Organización Panamericana de la Salud (OPS) anuncian envíos de ayuda humanitaria. La situación de emergencia sanitaria en ese país caribeño se tornara más compleja a partir del lunes, según las palabras de la directora general de la OPS, Carissa F. Etienne, debido a los vientos y fuertes lluvias a causa de la tormenta tropical “Grace”.
Cuba se encuentra en el cono de trayectoria del séptimo organismo tropical de la temporada de huracanes y al igual que el reciente paso de “Fred” por el Caribe, encenderá el botón de alerta en la Defensa Civil y otras instituciones para poner a buen resguardo a los residentes en zonas de riesgo y los recursos materiales. Los pronósticos de las lluvias y vientos de “Grace” anuncian la posible traslación al norte territorio nacional a mediados de la semana.
Los embates de la naturaleza se presentan cuando los cubanos han estado realmente a paso redoblado en la primera quincena de agosto, pues registros de enfermos y fallecimientos no son nada favorable a pesar de los esfuerzos por frenar el rebrote del virus SARS-CoV-2, en la variante “Delta”, una de las más contagiosas y mortíferas.
La situación epidemiológica nos ha superado, puesto en tensión a todos, por lo que se han priorizado medidas para lograr una mayor percepción de riesgo en la población, especialmente en la transmisión autóctona, con una mayor exigencia de las estructuras gubernamentales, el sistema de salud y en la comunidad; además de la puesta en práctica de nuevos protocolos de confinamiento de pacientes y sospechosos al coronavirus y la cobertura de los recursos en el actual pico pandémico.
Particular estrategia asume el Gobierno para impulsar la intervención sanitaria con las vacunas cubanas “Abdala” y “Soberana”, que han demostrado una alta efectividad. Según se dio a conocer en www.cubadebate.cu, al cierre del 12 de agosto se acumulan en el país 11 233 885 dosis administradas con los candidatos vacunales cubanos SOBERANA 02 y SOBERANA Plus, y con la vacuna cubana Abdala.
El Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista y presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez en un reciente mensaje a la población señaló; «El país está haciendo esfuerzos indecibles para mantener las coberturas de los recursos necesarios para enfrentar con efectividad el pico pandémico, pero necesitamos más cooperación de todos. Venceremos, si a la vacunación unimos una conducta responsable».
