La historia que atesora el Casino Campestre

Encontrar un sitio donde se respire paz y naturaleza en su más puro estado es tarea fácil en la Ciudad de los Tinajones.

Con una extensión de más de 30 mil metros cuadrados, late el corazón verde de la ciudad, sitio de recuerdos y esparcimiento, el Casino Campestre de Camagüey; se trata del parque más grande en el interior de una ciudad cubana.

Repleto de áreas verdes, el emplazamiento ofrece además monumentos que recuerdan la historia, la cultura y la creatividad de la región.

Los Campos Elíseos camagüeyanos

Inicialmente contaba con UNA caballería y su acceso principal era a través del pórtico clásico y la verja de hierro, a un extremo del Parque de Marte, actual Parque Enrique José Varona. Los miembros de la oligarquía criolla de entonces se interesaron en dotar a la ciudad de un espacio dedicado a ferias y exposiciones agrícolas e industriales.

El sitio servía además para el recreo, la expansión social y cultural y fue inaugurado oficialmente en abril de MIL 860.

Los jardines del parque fueron comparados por algunos visitantes foráneos, con los campos Elíseos parisinos.

Durante la primera mitad del Siglo XX se consolidó la infraestructura interna del espacio. La prensa de la época reflejó la inauguración en un material perdurable de la glorieta de estilo ART NOVÓ, que por décadas acogió a la banda de conciertos.

Además de la gruta y el palomar con forma de farol chino, dedicado a los jóvenes contribuyeron a declarar la isla “Territorio Libre de Analfabetismo”.

El entorno en la rivera opuesta de la ciudad, se convirtió en un atractivo el surgimiento de nuevos emplazamientos, entre ellos el Antiguo Instituto de Segunda Enseñanza de Camagüey.

Oros espacios significativos para la ciudad forman parte del conjunto que conforman la Plaza de la Revolución Mayor General Ignacio Agramonte Loynaz con el Casino Campestre, son estos el Estadio Cándido González, la Sala Polivalente Rafael Fortún Chacón, la pista de atletismo y otros campos deportivos. A unos metros el Zoológico de Camagüey, un parque Infantil y el Centro Cultural recreativo Casino.

De la historia y sus monumentos

Un paisaje que invita al esparcimiento y múltiples atracciones caracterizan al casino campestre camagüeyano. Sin embargo en la actualidad, el que es el mayor parque urbano del país, más que riquezas naturales atesora en su recorrido parte de la historia local y de la nación.

Al iniciar el camino destaca el monumento a Gonzalo de Quezada discípulo del apóstol cubano José Martí y por quien actualmente se nombra el parque. Este luchador estuvo al lado de José Martí en todos los asuntos de la preparación de la guerra necesaria de 1895 y está ligado a todo el entramado de familias camagüeyanas del siglo XIX y primeras décadas del XX

”Ahí está su busto sobre pedestal de piedra jaimanita, cercano al monumento al maestro que es una pirámide de granito verde esmeralda dedicada a todos los maestros camagüeyanos” explica el historiador camagüeyano Fernando Crespo.

Justo en el centro del parque se ubica la Ceiba de la República plantada por alumnos de las escuelas públicas de la urbe a propósito de la instauración del nuevo dominio y a pesar de mantenerse el país dependiente de la administración norteamericana.

Cercanas en espacio las estatuas de dos principeños que se opusieron fervientemente al injerencismo yanqui: Salvador Cisneros Betancourt y Ramón Silva y Sayas. Ambos lucharon en el senado cubano frente a la intervención norteamericana sobre Cuba y a los derechos políticos, económicos y militares de Estados Unidos sobre la isla de Cuba.

“Cisneros está en pose cavilativa, porque siempre estuvo pensando mucho más allá, en la guerra de la independencia y no esperar nada del gobierno interventor”

Con los restos de un soldado del ejército libertador y en representación a todos los caídos se encuentra el monumento al libertador desconocido obra realizada a propuesta del consejo territorial de veteranos en 1922

“El libertador está sujetando con firmeza nuestra enseña nacional, defendiendo el estandarte glorioso cubano, pose cargada de un alto simbolismo, y en el pedestal se encuentran los restos de un luchador por nuestra soberanía.

Corazón verde de la ciudad en el parque Casino Campestre se conjugan recuerdos y culturas de la urbe. Adentrarse en él es un viaje al pasado y a parte de la historia de la Cubana.

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