Hoy, Estados Unidos en elecciones

¿Qué está en juego este 3 de noviembre?

¿Hay alguna esperanza de conocer al ganador en la noche de las elecciones?

La elección nacional para presidente y legislatura en Estados Unidos se realiza en una coyuntura sin precedente con la peor crisis de salud pública en un siglo, la peor crisis económica tal vez desde la Gran Depresión, el estallido de algunos de los movimientos de protesta social más grandes de la historia y un presidente minando la legitimidad de los comicios y hasta amenazando con no respetar los resultados si no lo favorecen.

Para observar la elección en Estados Unidos este martes se requieren algunas advertencias:

Primero, es fundamental recordar que no hay voto directo para presidente. Quien esté ganando el voto popular no necesariamente está ganando la elección, eso se determina por el Colegio Electoral. Para alcanzar o superar los 270 votos electorales necesarios, se tiene que ganar una combinación de estados y con ello sus electores. En esta elección sólo hay entre 10 a 14 que están en disputa y que determinarán el resultado final.

Segundo, la elección nacional es en realidad 50 elecciones estatales simultáneas, y cada entidad tiene sus propias reglas y horarios. Por lo tanto, las casillas cierran en diferentes tiempos y el proceso de conteo también tiene variaciones con lo cual no es posible pronosticar esta vez a qué hora se darán a conocer datos preliminares o tendencias. Vale recordar que un número récord de más de 96 millones de votos ya han sido emitidos de manera anticipada.

Tercero, si Donald Trump declara que ganó la noche de este martes, será otra mentira más para agregar a las más de 20 mil que ha dicho desde que llegó a la Casa Blanca. Ni el presidente ni su contrincante el demócrata Joe Biden pueden declarar al ganador oficial de la contienda.

Es importante entender esto ante la posibilidad esbozada de que Trump decida proclamar victoria con el conteo preliminar de los votos presenciales depositados en casillas el martes, antes de que se cuente el volumen sin precedente de más de 90 millones de votos por correo o adelantados, que podrían cambiar las tendencias de manera significativa.

Y finalmente, el resultado oficial sólo se da cuando concluya el conteo oficial de los votos, algo que podría alargarse por días en algunos estados, y hasta más si hay disputas legales ante tribunales sobre el proceso del conteo.

Lo que se anunciará la noche del martes al cerrar casillas en diversos estados, son sólo algunas proyecciones, con la gran mayoría de los estados ya considerados casi automáticos en la columna de uno u otro de los candidatos. Pero la clave está en los estados en disputa, o swing, y es posible que no habrá proyecciones en algunos si los márgenes de diferencia son mínimos al inicio del conteo.

Pero igual también existe una posibilidad de que los principales medios tengan suficiente evidencia para proyectar un ganador la misma noche del martes.

¿Qué está en juego este 3 de noviembre?

 En esta elección nacional están en juego la presidencia, todas las 435 curules de la cámara baja del Congreso y un poco más de un tercio (35 curules) del Senado.

También están en concurso 11 gubernaturas estatales.

Más allá del enfoque principal sobre quién ocupará la Casa Blanca, es de suma importancia para quien sea el próximo presidente como para el futuro político del país quién controlará las dos cámaras del Congreso.

Si hay un cambio en el control del Senado, eso tendrá implicaciones sísmicas en Washington. Por ahora, el Senado está bajo control de la mayoría republicana donde gozan un margen de 53-47, pero las encuestas indican que hay buenas posibilidades para que los demócratas reconquisten la cámara alta. Necesitan un avance neto de cuatro curules, algo que está dentro de las posibilidades.

La cámara baja tiene una mayoría demócrata de 232, y por ahora se supone que no sólo mantendrán el control sino que se ampliará.

Si ambas cámaras quedan bajo el dominio demócrata, eso tendrá enormes implicaciones políticas llegue quien llegue a la Casa Blanca, y aún más si gana Biden.

 

Conteo de votos podría tardar más de lo normal

 

Trabajadores del Departamento de Elecciones de Detroit revisan papeletas de voto ausente en la Junta Central de Conteo en el Centro TCF. Con una participación récord en la votación anticipada, los estadounidenses acudirán a urnas para las elecciones presidenciales. Foto AFP

Es muy probable que no conozcamos al ganador de las elecciones presidenciales el martes por la noche. Y de ser así, no necesariamente es señal de que algo sea fallido, fraudulento, corrupto o malo.

El presidente Donald Trump ha sugerido reiteradamente que un resultado más lento de lo normal es un indicio de problemas.

“Creo que es terrible que no podamos conocer los resultados de una elección la noche de la elección”, dijo el mandatario el domingo. “Creo que es algo terrible cuando se permite a los estados tabular las papeletas durante un largo tiempo después de que terminan las elecciones”.

No está claro lo que el presidente piensa que es un período largo. Pero es una práctica estándar seguir contando votos después del día de las elecciones.

En seguida, un vistazo más cercano a por qué ese conteo podría demorar más de lo habitual y por qué eso podría significar que el martes podría no conocerse al ganador:

¿Qué hay de nuevo este año?

El factor más importante que puede volver lentas las cosas este año es claro: millones de estadounidenses decidieron votar por correo en vez de arriesgarse a contraer el coronavirus en un centro de votación. Y, en general, los votos postales tardan más en contarse.

Los trabajadores electorales deben sacar las boletas de sus sobres, verificar si hay errores, clasificarlas y aplanarlas, todo antes de que puedan pasar por los escáneres en el momento en que las urnas cierran y se tabulan. En los estados con programas de voto por correo bien establecidos, este procesamiento se realiza semanas antes del día de las elecciones. Los resultados a menudo se publican rápidamente.

Pero varios estados no tenían este sistema en vigor antes de este año y las leyes en los libros prohibían a los funcionarios electorales procesar las boletas mucho antes del día de las elecciones. Sin una ventaja inicial, prácticamente no hay forma de procesar y contar todos los votos por correo el día de las elecciones, y al mismo tiempo contar todos los sufragios emitidos en persona.

Hay tres campos de batalla importantes con restricciones sobre cuándo se puede procesar el voto por correo: Michigan, Pennsylvania y Wisconsin.

En esos estados, las legislaturas, donde los republicanos son mayoría, se han resistido a las súplicas de los funcionarios electorales para actualizar las leyes para permitir un conteo más rápido. En cambio, inicialmente informarán los votos en persona, que se espera que favorezcan en gran medida a Trump, y luego actualizarán gradualmente con las boletas por correo, más de tendencia demócrata.

¿Hay alguna esperanza de conocer al ganador en la noche de las elecciones?

Por supuesto. No todos los estados son estados de conteo lento. Entonces, si varios estados clave publican sus resultados con prontitud, un candidato puede tener la mayoría de los votos electorales, incluso sin saber quién ganó en Wisconsin, Pensilvania o Michigan.

Eso se vuelve más probable si las contiendas en esos estados no están cerradas.

Es un escenario que pone muchos ojos en Florida. El estado permite que sus oficinas electorales procesen las boletas por correo 22 días antes de la elección y, a menos que surja otra cosa, podría haber un conteo casi completo para la medianoche. Y si Trump pierde Florida, le será muy difícil alcanzar los 270 votos electorales que necesita para derrotar al exvicepresidente Joe Biden y mantenerse en la Casa Blanca.

Otros dos campos de batalla del sur, Carolina del Norte y Georgia, también pueden comenzar a procesar antes las boletas por correo. Ambos son considerados estados críticos para Trump. Sin embargo, a diferencia de Florida, ninguno de los dos estados tiene antecedentes de manejar una gran cantidad de boletas por correo. No está claro qué tan rápido contarán esos votos.

Iowa y Ohio también permiten el procesamiento temprano de las boletas por correo. Trump ganó fácilmente ambos estados en 2016, pero los demócratas creen que Biden es competitivo allí. Los resultados en esos dos estados, la noche de las elecciones, podrían dar pistas sobre lo que se avecina en los estados críticos del centro del país que tardan más en contarse.

(Con información de La Jornada y AP)

 

Abren los primeros colegios electorales en la costa este

 

Un hombre deposita su voto durante las elecciones presidenciales, Dixville Notch, EE.UU., 3 de noviembre de 2020. Foto: Ashley L. Conti/ Reuters.

El día ha llegado. Con la apertura de los primeros colegios electorales en la costa este, Estados Unidos ha dado el pistoletazo de salida a las elecciones que decidirán por la continuidad de Donald Trump en la Casa Blanca o por su relevo, el demócrata Joe Biden. 

Según informa EFE, hasta este lunes, ya habían votado más de 95 millones de estadounidenses, más del 68% de los que votaron en total en 2016. Si la tendencia se confirma en la jornada presencial que acaba de iniciar, es posible esperar un récord de participación. Ha sido una campaña atípica, marcada por una profunda polarización.

Trump ha preparado el terreno para cuestionar el recuento de votos, si este no le es favorable. En este sentido, un juez en Texas ha rechazado el lunes la petición de los republicanos para desechar 127 000 votos anticipados. Joe Biden, en tanto, ha iniciado el día en Twitter, con un llamado a todos los estadounidenses a votar.

El diario El País, recuerda que Biden lidera la carrera por 6,7 puntos, según el promedio de las encuestas de Real Clear Politics. Biden es favorito. No obstante, Trump conserva una opción entre seis de ganar.

En el caso de Florida, uno de los estados más disputados, votó por Obama en las dos elecciones presidenciales en las que participó, pero en 2016 el ganador resultó Trump, aunque fue por unos 100 000 votos de diferencia sobre la demócrata Hillary Clinton. En esta ocasión, según Real Clear Polítics, Biden supera en intención de voto directo a Trump por apenas 1,8 puntos.

En Texas la diferencia es aún menor y la misma fuente otorga una ventaja de 1,2 puntos a Trump sobre Biden. Este estado reparte nada menos que 38 delegados, mientras que Pensilvania, que reparte 20, se tiñe de azul en las encuestas con 2,3 puntos de diferencia.

En Carolina del Norte, que reparte 15 delegados, parece que habrá que esperar hasta el último voto para tener un ganador. Las encuestas no se ponen de acuerdo y se decantan por uno u otro candidato dejando una media en los sondeos de empate técnico con una muy leve ventaja de Biden de 0,2 puntos, la misma que obtendría Trump en el estado de Georgia, que otorga 16 delegados al ganador.

Tal y como es tradición en el municipio fronterizo con Canadá, allí fueron los primeros en decidir el Presidente de los Estados. Foto: AP.

Joe Biden obtuvo los cinco votos en Dixville Notch, N.H., una pequeña ciudad cerca de la frontera con Canadá que es conocida por la votación de medianoche. En Millsfield, 12 millas al sur, el presidente Donald Trump ganó 16 votos contra los cinco de Biden.

Una tercera comunidad con votación de medianoche, Hart’s Location, suspendió la tradición de esta elección debido a preocupaciones por el coronavirus. Decidió celebrar la votación de 11 a.m. a 7 p.m. Martes.

La ciudad de White Mountains inició la votación anticipada en 1948 para acomodar a los trabajadores del ferrocarril que tenían que estar en el trabajo antes del horario normal de votación. Finalmente se detuvo en 1964 y lo trajo de regreso en 1996.