La inauguración de una maqueta que reproduce el combate en el Potrero de Jimaguayú el 11 de mayo de 1873 forma parte del programa para la conmemoración del aniversario 145 de la caída en combate del Mayor General Ignacio Agramonte y Loynaz.
Aymara Barrera Hernández, directora de Patrimonio en la Oficina del Historiador de la Ciudad de Camagüey, destacó que en ese sitio histórico se realizará acto central en horas de la mañana el próximo viernes.
Para ese fin se realizan, entre otras acciones, el mantenimiento del complejo escultural, remodelación de la jardinería, mejoramiento de áreas circundantes y cambio de las luminarias. Francisco Almeida, uno de los directivos de la OHCC, apuntó que los trabajos están muy adelantados y en el caso de la maqueta se tuvieron en cuenta los criterios de historiadores camagüeyanos de la vida y obra del destacado general mambí.
En tanto trasciende el acto en Jimaguayú, el céntrico parque Agramonte, en la capital provincial, acogerá la tradicional ofrenda floral y está previsto un encuentro de las artes plásticas con niños y niñas.
Un grupo de jóvenes camagüeyanos desarrollarán en la víspera del 11 mayo una acampada –con amplio plan político cultural– en el Potrero de Jimaguayú, sitio declarado Monumento Nacional.
Entre las múltiples acciones para rendir tributo al Mayor General Ignacio Agramonte y Loynaz, en horas de la noche de la fecha conmemorativa de su muerte, los exteriores de la Casa Natal serán escenario para una gala político-cultural.
Por otra parte, se conoció que la Unión Nacional de Historiadores de Cuba (UNHIC) llevará a cabo el coloquio “Agramonte, una vida para la Patria”, con sede en el Centro de Convenciones de “Santa Cecilia’.
Desde el pasado 23 de diciembre, fecha del natalicio del héroe independentista, se llevan a cabo conferencias de especialistas con alumnos de distintos niveles de enseñanzas sobre la trascendencia de Agramonte, uno de los principales líderes en la Guerra de los Diez Años y organizador de la famosa caballería muy temida por la soldadesca colonial española.
Como el “héroe sin tacha” es una de las apreciaciones con las cuales, en más de una treintena de artículos y discursos, José Martí se refirió a Ignacio Agramonte Loynaz.
Aun cuando no pudo tener vivencias personales acerca del patriota camagüeyano, la pluma martiana siguió paso a paso las huellas del héroe junto a otros insurrectos notables de la gesta independentista:
«Por su modestia parecía orgulloso; la frente, en que el cabello negro encajaba como en un casco, era de seda, blanca y tersa, como para que la besase la gloria; oía más que hablaba, aunque tenía la única elocuencia estimable, que es la que arranca de la limpieza del corazón; se sonrojaba cuando le ponderaban su mérito; se le humedecían los ojos cuando pensaba en el heroísmo, o cuando sabía de una desventura; o cuando el amor le besaba la mano…»
“El Mayor”, como lo conocía su tropa, cayó en combate el quinto año de la guerra independentista, víctima de su patriótica osadía, cuando el 11 de mayo de 1873, organizaba el combate a una columna de soldados españoles en los potreros de Jimaguayú, al sur de la otrora Villa de Santa María del Puerto del Príncipe.
