Diferente día de septiembre

A veces tengo abiertos los ojos cuando la alarma del celular alerta que son las seis de la mañana. Como todo domingo no quiero soltar la almohada. A través de la ventana observo que no hay suficiente claridad en el parquecito: claro, aún estamos en el horario de verano. En la cercanía, una lámpara de luz fría revela un movimiento inusual movimiento de personas, mesas, sillas y la bandera cubana el portal del Médico de la Familia. En ese radica uno de mil 702 colegios electorales distribuidos por toda la llanura camagüeyana –¿Otra carga de la caballería de Agramonte? — el referendo popular del Código de las Familias.

¿Por qué es diferente este anunciado día de septiembre electoral?

Porque vamos a votar por un futuro de felicidad, amor y comprensión para el bien de todos y todas.

Porque es una manera de cambiar “todo lo que debe ser cambiado” y garantizar, en la modernidad inclusiva, diversidades de familias y credos.

Porque sumamos medio millón de camagüeyanos a quienes ratifican el patriotismo de pueblo cubano y la democracia de nuestro sistema social.