La eliminación de Camagüey y el fin del calendario

Camagüey- Matanzas se convirtió en el verdugo que acabó de matar al moribundo Camagüey una jornadas antes de finalizar el último juego.

Llegó por fin el colofón de lo que se venía manifestando durante las anteriores jornadas donde prácticamente la victoria era la meta imposible para los dirigidos por Marino Luis.

Como ocurrió en la temporada 59, el Cándido González, no muy lleno, fue testigo de otra eliminación por parte de los que visten de rojo y amarillo sobre el conjunto local.

El arranque del enfrentamiento fue una práctica de bateo donde los Cocodrilos se llevaron la mejor parte a base de cuadrangulares (4) que le dieron una cómoda ventaja.

Era de esperar un fuerte ataque por esa batería que encabeza en esta campaña José Amaury Noroña.

Otro maltrato llegaría al día siguiente aunque no fue tan abrumador pues nadie en la batería yumurina sacó la pelota de los límites. De aquí destacar una vez más al lanzador najasense Abraham Licea porque caminó la ruta una vez más. Es cierto que el control debe mejorarlo pero el hecho de culminar seis entradas con solo dos carreras, en Cuba, es una actuación aceptable.

 

Llegaría la victoria en la jornada del jueves a puro crédito para el bateo, comandado por Yanmichel Flores, Rafael Álvarez y Jorge Luis Peña, todos con tres imparables en cinco turnos. Esta es quizás una de las pocas maneras que existen para superar a los dirigidos por Armando Ferrer.

El duelo adelantado sería el principal de esta serie por lo que significó. Camagüey se convirtió en el cuarto equipo eliminado del Campeonato.

El lanzador abridor fue Marcos Torres, quien estuvo sobre la colina durante espacios de cuatro entradas y recibió batazos desde el inicio. Este jugador novato llegado desde el exterior ha mostrado entrega por la camiseta, antes de la competencia se sabía de sus posibilidades de jugar el campo corto, la segunda almohadilla y la receptoría, pero hasta la fecha a esas dos posiciones hay que agregarle a la antesala y ahora el pitcheo.

Se las quiso dar de Shohei Ohtani, pero al menos en el juego no le salieron las cosas bien. Por cierto, otro debutante del área del cuadro, Jean Carlos Parragás, lanzó la otra mitad del juego.

El sábado fue más de lo mismo, victoria yumurina, lo que esta vez tuvieron que exigirse un poco más pues el marcador fue bastante cerrado. Noroña esta vez tendría tarde perfecta al pegar tres imparables e igual cantidad de turnos.

 

 

Llega por fin el desenlace de la temporada lo que significaría otro traspiés para Camagüey puede ser el rival de turno es Ciego de Ávila, que ya archiva dos victorias en la sexagésimo tercera serie nacional de béisbol, los primeros duelos en el estadio Cándido González.

En aquel entonces la batería de los dirigidos por Danny Miranda pasó por encima de las dos principales cartas de triunfo agramontinas: José Ramón Rodríguez y Daniel Góngora.

El escenario actual es totalmente diferente y de seguro el conjunto avileño irá con todo para barrer en los tres choques pues necesitan las victorias que le permitan quedar por encima de industriales y Matanzas, equipos con el que comparte la quinta posición.

Deben contar con sus principales armas dentro del cuerpo de serpentineros como es el caso de Dachel Duquesne y el líder en promedio de carreras limpias Ediel Ponce.

Por Roberto Carlos Serrano 

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