Cabo Cruz: paraíso marino

Granma- En la lista de lugares idílicos de Cuba hay que sumar, sin dudas, a Cabo Cruz; un lugar que enamora a quienes lo visitan no solo por su historia, sino también por la riqueza natural de la zona.

La comunidad pesquera conserva el nombre con el que fue bautizada por Cristóbal Colón el 3 de mayo de 1494: Cabo de la Santa Cruz, en honor a la liturgia religiosa de la Santa Cruz en España.

A 20 kilómetros del municipio de Niquero en Granma, la localidad constituye el punto de entrada del Mar Caribe al Golfo de Guacanayabo. A la par que sus aguas muestran tres tonalidades de azul y en ellas se encuentra la segunda barrera coralina más grande de Cuba, detrás de la ubicada en el extremo norte de Camagüey.

El grupo de terrazas marinas que se localizan aquí tienen desniveles abruptos hasta de 100 metros de altura y son uno de los ecosistemas más significativos y mejor conservados del planeta.

Orgullo de la zona es el Faro Vargas; obra realizada por el Cuerpo de Ingenieros Civiles de Obras Públicas e inaugurada el 5 de mayo de 1871. La edificación constituye un conjunto arquitectónico, compuesto fundamentalmente por la Casa del Farero y la estructura central, que aún hoy guía a quienes se adentran en las aguas del sur del territorio.

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