¡Yo soy Fidel!

Han pasado CINCO años y aun te sentimos cabalgar en cada palmo de tierra de esta Isla soberana.

Comandante en Jefe, estas presente en cada obra constructiva, en las fábricas, en las escuelas, en la preservación de la salud del pueblo durante VEINTE meses de enfrentamiento a la pandemia del coronavirus, en la decisión de salir adelante, aun cuando el enemigo multiplique cada día las acciones del genocida bloqueo económico y financiero, sobre todo por el fracaso de su plan anticubano del 15 de noviembre.

No se  borra de la memoria de los camagüeyanos el paso por la llanura del cortejo fúnebre con tus cenizas en dirección a Santiago de Cuba. Te recibimos un primero de diciembre con las notas del Himno Nacional que agitaron nuestros corazones cuando llegó a la Plaza de la Revolución «Mayor General Ignacio Agramonte.

¿Cómo borrar de nuestras mentes aquella avalancha de textos, crónicas, fotos, videos inundó los medios de prensa  impresos y digitales,  espacios televisivos y radiales, para apenas dejar evidencia de las muestras de dolor, sentimiento, gratitud de cubanos de todas las edades, razas y creencias?

En la continuación de la lucha por una mejor sociedad de todos y para todos, desde entonces se hizo más ardiente la decisión de aquella frase pintada en carteles y en rostros “Todos somos Fidel”