Aun hoy, cuando conmemoramos otro aniversario de su fallecimiento el 18 de junio de 2007, no es posible ordenar todas ideas para escribir sobre la personalidad de esta mujer, que tras la ternura y sonrisa permanente, ocultaba un vigoroso espíritu agitador, y sobre todo el patriotismo en los años de alumna de Ingeniería Química en la Universidad de Oriente, manifestados en protestas estudiantiles la lucha clandestina contra el tirano Fulgencio Batista.
Vilma Lucila Espín Guillois nació el 7 de abril de 1930 en Santiago de Cuba, en la cual llegó a ocupar los principales cargos en la jefatura de lucha clandestina , bajo el seudónimo de “Deborah”, como parte del movimiento 26 de Julio, surgido luego del asalto del grupo de revolucionarios encabezados por Fidel al cuartel “Moncada” en su ciudad natal.
En el desarrollo de los acontecimientos, desde mediados de 1958, se convierte en legendaria guerrillera en las montañas del oriente de la isla de Cuba, en el teatro de operaciones del Segundo Frente Oriental “Frank País”, destacado revolucionario que había apreciado su desarrollo político en
A la par, Vilma desempeñó con diligencia inagotable importantes tareas como integrante del Buró Político del Partido Comunista de Cuba y el Consejo de Estado, además de otras misiones políticas y gubernamentales.
Sus contactos sistemáticos con la población, hoy permite afirmar que muchas cubanas y cubanos, sin distinción de edad, sienten a veces tener a su lado a Vilma.
El Líder histórico de la Revolución Cubana, Fidel Castro escribió:
«He sido testigo durante casi medio siglo de las luchas de Vilma. No la olvido en las reuniones del Movimiento 26 de Julio en la Sierra Maestra… Vilma no se inmutaba ante peligro alguno… Su voz dulce, firme y oportuna, siempre se escuchó con gran respeto en las reuniones del Partido, el Estado y las organizaciones de masas …Los deberes revolucionarios y su inmenso trabajo nunca le impidieron a Vilma cumplir sus responsabilidades como compañera leal y madre de numerosos hijos …Ha muerto Vilma ¡Viva Vilma!».
Con un delicado estado de salud, la Heroína de la República de Cuba falleció en La Habana el 18 de junio de 2007. Sus restos mortales reposan en el interior de una enorme piedra en el Mausoleo del Segundo Frente en la Sierra Cristal.
El legado de Vilma se recuerda en el diario quehacer por el presente y futuro de la Revolución Cubana.