Sesenta años con la pupila insomne

Los primeros meses después del glorioso enero de 1959 fueron difíciles en la mayor de las Antillas por las acciones que, desde Estados Unidos y otros países aliados, se gestaban en contra del gobierno y también del pueblo, el cual renacía de entre sus penurias, con derechos a vivir dignamente.
Día tras día ocurrían ataques piratas, sabotajes a tiendas y fábricas y frustrados atentados contra los principales líderes del nuevo proceso revolucionario. Basta recordar el tiroteo al poblado costero de Boca de Samá, en Holguín, el 12 de octubre de 1971, cuando mataron a dos pobladores; la explosión del vapor francés La Coubre, que voló en pedazos en el Puerto de La Habana el 4 de marzo de 1960; y, el crimen en la nave de Cubana de Aviación que cayó al mar en las costas de Barbados.
El terrorismo contra Cuba se multiplicó con la introducción de enfermedades contra las personas, los animales y las plantas, con el ataque mercenario por Playa Girón y con los más de 630 intentos de asesinato contra el líder Fidel Castro Ruz. Precisamente, fueron estos hechos los que motivaron al líder de la Revolución Cubana a crear, el seis de junio de 1961 el Ministerio del Interior, MININT, encargado desde entonces de garantizar el orden y la seguridad ciudadana.
Pero tenemos también las otras obligaciones del Ministerio del Interior, las otras actividades a que hacíamos referencia, los otros servicios que presta al país:  la lucha frente a los vicios, a las lacras, la lucha frente a la delincuencia común, la lucha frente a las violaciones de la ley, la lucha frente a las violaciones del tránsito, la lucha por la protección de la propiedad socialista, de los intereses de los ciudadanos, de la tranquilidad y de la paz de los ciudadanos, la lucha por la seguridad de nuestros ciudadanos.  (FIDEL).