Guiteras, precursor de la electricidad para los cubanos

Antonio Guiteras, como ministro de Gobernación del gobierno provisional de Grau San Martín, logró la aprobación de varias leyes de beneficio popular, pero ninguna tan aplaudida como la efímera nacionalización de la Compañía de Electricidad,  aprobada el 14 de enero de 1934.

Guiteras enfrentaba resueltamente la recia oposición del monopolio estadounidense Electric Bond and Share, que se negaba a aceptar las justas demandas de los trabajadores, canalizadas a través de su sindicato. Él formaba parte de un gabinete presidencial heterogéneo, en el cual se desempeñaba como Secretario de Gobernación, y no estaba dispuesto a permitir la negativa a negociar ni conceder las demandas de los trabajadores, lo que ocasionó que los demandantes establecieran un plazo de 48 horas para solucionar el conflicto.

A pesar de algunas reivindicaciones logradas, cuando se agotó el plazo fijado comenzó una huelga de los trabajadores, que paralizó alrededor del 90 por ciento de los servicios eléctricos en todo el país, con las lógicas afectaciones al transporte por tranvías, la telefonía y la circulación de la prensa, entre otras.

En medio de semejante situación Antonio Guiteras hizo acto de presencia en la mencionada Compañía norteamericana, sostuvo una reunión con ambas partes en litigio y dijo “sigan ustedes discutiendo, que yo voy a dar corriente eléctrica al pueblo”.

Cuando la dirección norteamericana se enteró del decreto que rebajaba las tarifas eléctricas, envió a un emisario ante la hermana de Guiteras, llamada Calixta, tan revolucionaria como él, ofreciéndole medio millón de pesos en efectivo, un automóvil Packard de lujo, de último modelo, y la promesa de otras prebendas, si dejaba sin efecto ese decreto perjudicial para la entidad norteamericana. L os dos hermanos rechazaron el suculento soborno, y  apresuraron la firma de Grau en un nuevo Decreto que nacionalizaba el consorcio eléctrico estadounidense.  

Al siguiente amanecer, 15 de enero, las Fuerzas Armadas cubanas, dirigidas por el Coronel Batista, derrocaron al gobierno de Grau San Martín que sólo tuvo un desenvolvimiento de poco más de cien días. La tradición de aquellos años rezaba: “Nadie se puede oponer a los designios de Washington, ni luchar contra el Ejército de la República”. Con la muerte de Guiteras desapareció el breve proceso rebelde cubano tras el derrocamiento de Machado en los ’30.  El pueblo cubano debió soportar todavía 23 años más hasta el advenimiento de la Revolución.

Para el Che, Guiteras representa el más puro luchador antimperialista. (Ilustración: F. BlancoHasta 1959 las empresas ESSO, Texaco y Shell, asumían en Cuba la importación, refinación y suministro de combustible. Después del triunfo revolucionario, el gobierno de los Estados Unidos ordenó a estas compañías que limitaran la importación y refinación a la isla para provocar una escasez artificial en el país.

Acorralada desde sus inicios, la Revolución Cubana comenzó la etapa de las nacionalizaciones en 1960. En la clausura del  I Congreso Latinoamericano de Juventudes, el sábado 6 de agosto, Fidel Castro anunció la nacionalización de 26 compañías estadounidenses que poseían tres refinerías de petróleo, los monopolios de la electricidad y del teléfono, y 36 de los mejores centrales azucareros del país.

La Revolución cubana hizo realidad el sueño de Guiteras, el seis de agosto de 1960, cuando en un acto de genuina cubanía entregó al pueblo de Cuba aquella Compañía que era conocida como “el pulpo eléctrico”. Hoy el  49,9% de los combustibles (entre crudo y gas acompañante) que se usan en Cuba para generar electricidad son nacionales. El resto hay que importarlo, así como más del 90% de los insumos que se utilizan en las plantas y unidades generadoras, no obstante la Unión Eléctrica es de propiedad absolutamente cubana.

En la actual tarea de ordenamiento,  en el sector petrolero,  las medidas van dirigidas a mantener los niveles productivos, incrementar la exploración de yacimientos que permitan en el mediano y largo plazo incorporar nuevos pozos, continuar perfeccionando las capacidades de refinación, así como aplazar las inversiones no imprescindibles. En cuanto a la electricidad se priorizara la operación y mantenimiento de las termoeléctricas que trabajan con combustible nacional, asegurando  los programas de instalación de fuentes de energías renovables,  que permitan ir alcanzando la soberanía en la generación.

En Cuba se conmemora cada 14 de enero el Día del Trabajador Eléctrico, instituido para homenajear la acción intervencionista   ejecutada por  Antonio Guiteras Holmes, que en esa fecha de 1934 decretó la nacionalización de la mal nombrada Compañía Cubana de Electricidad.