Defensores de la dignidad de los pueblos

Los cubanos hablamos de nuestros héroes en presente y futuro. Y es que con el pasar de los años no desaparecen sus ejemplos, ni sus ideales políticos. Así recordamos hoy, 14 de junio, los natalicios de dos paradigmas de la liberación cubana, el General Antonio Maceo Grajales y el Comandante Ernesto “Che” Guevara de la Serna.

El mulato (1845-1896)  y el argentino-cubano (1928-1967)  tenían tanta fuerza en el pensamiento como fuerza en los brazos con los que blandían el machete  o empuñaban el fusil. Ambos dieron  hasta su último aliento por los colores de la dignidad de los pueblos, contra la injusticia.

 Así, hombre de campo uno y médico el otro sobresalieron en las estrategias militares en condiciones no convencionales de la guerra, y de hostigamiento constante del enemigo en cuarteles o campo abierto.

En ambos, el ejemplo personal como jefe condujo a la organización y disciplina de sus subordinados para conseguir exitosamente el objetivo. Historiadores destacan la frase del Titán de Bronce: «Soy militar ante todo (…) y no estaré en donde no puedan estar el orden y la disciplina», mientras el “Che” planteaba que «la fuerza de un ejército descansa en su disciplina y moral».

Maceo ascendió de soldado a mayor general del Ejército Libertador, por la perseverancia, estrategia de lucha y el valor demostrados durante decenas de combates  en las dos guerras  de independencia del colonialismo español, desde el año 1868 hasta que fue abatido el 7 de diciembre de 1896.

Guevara, tras el hervidero progresista  en la Guatemala de Arbenz  en 1954, partió desde México a Cuba como médico de los expedicionarios del yate Granma, que desembarcó el 2 de diciembre de 1956. Sin embargo, en el contexto de la lucha armada se convirtió en guerrillero, en el comandante que llevó una columna rebelde hasta el occidente de la Isla, reeditando la osadía mambisa de Antonio Maceo frente a la metrópoli española.

Al triunfo de la Revolución en enero de 1959, poseía  el grado  de comandante del Ejército Rebelde. Luego libró combates por el desarrollo político y económico del país, hasta que “otras tierras del mundo reclamaron el concurso de sus modestos esfuerzos….”, como escribió al despedirse de los cubanos.

En momentos de remembranzas por los natalicios de estos héroes, resulta de suma importancia la manera en que tanto el General Antonio Maceo como el Comandante Ernesto “Che” Guevara suscribieron para las nuevas generaciones de cubanos sus respectivos conceptos antiimperialistas.

Ellos son referencias históricas en los mementos en que los vecinos del Norte recrudecen las medidas en el intento de ahogar a la Revolución, a los cubanos que se proponen continuar con una sociedad con todos y para el bien de todos.

En modo alguno, nos puede ser ajeno, que en el siglo XIX  algunos pusieron los ojos en Estados Unidos para lograr la independencia de España, Maceo con sólidas raíces en la lucha rechazó las aspiraciones anexionistas de falsos patriotas “[…] no debe ni puede esperar soluciones extrañas; su porvenir está en hacerse reina absoluta de sus destinos y recoger a sus hijos proscritos por la tiranía de su opresor”.

Célebre es la frase de un discurso del Che en que al poderoso vecino del Norte no se  podía confiar ni un tantico así. !Nada!.  “Toda nuestra acción -afirmaba – es un grito de guerra contra el imperialismo…”

(Foto: archivo de Bohemia)