El 16 de octubre de 1953 Fidel Castro pronuncia su histórica defensa “La Historia me Absolverá”, ante los tribunales que lo juzgan por la gesta acometida en el cuartel militar Moncada de Santiago de Cuba. Este alegato se convierte en el programa de acción que se pondría en práctica, en su período insurreccional, en la Sierra Maestra, bastión de la lucha armada a partir de fines de 1956.
En “La Historia me Absolverá”, Fidel hace una exhaustiva exposición de los principales males que aquejaban al país; expone los seis problemas fundamentales, que eran la tierra, la industria, la vivienda, la salud, la educación y el desempleo; y fue categórico al señalar que en la lucha revolucionaria por la toma del poder el pueblo sería fundamental.
En su alegato anunció que cuando la Revolución triunfara se introducirían cambios para beneficio del pueblo, entre los cuales señaló la Reforma Agraria, la reforma de la enseñanza, la nacionalización de la industria eléctrica, entre otras, y expuso las ideas y las medidas que orientarían la agenda política y social de gobierno revolucionario.
Al releer las páginas de “La Historia me Absolverá” impresiona comprobar la visión futurista de Fidel; asombra la acertada estrategia de lucha seguida para derrocar al régimen tiránico y, sobre todo, enorgullece saber que por la obra conquistada por la Revolución cubana, Fidel fue absuelto por la historia.
El 1ro de enero de 1959 triunfa la Revolución Cubana y la sociedad protagonizó profundos cambios en todas sus estructuras que respondieron, ante todo, a ese programa trazado por Fidel en su alegato de “La Historia de Absolverá”. Resulta impresionante comprobar como aquellos enunciados se fueron cumpliendo demostrando la importancia histórica y la vigencia de ese documento programático.
Fidel Castro: «Condenadme, no importa, la historia me absolverá»