Hidroponía, cultivo sin suelo (+ infografía)

La agricultura ha acompañado al hombre en toda su evolución. El cultivo de la tierra ha sido fundamental para la vida humana y el desarrollo económico de las regiones. Sin embargo, esta práctica ha llevado a un impacto ambiental severo, matizado por las malas practicas sobre el suelo, la contaminación, la disponibilidad del agua y el Cambio Climático en general.

Por esta realidad, en el mundo existe una necesidad fuerte hacia el cultivo de alimentos de forma sustentable, por medio de prácticas ecológicas, biofertilizantes, entre otras. En este panorama destaca la hidroponía como una solución real.

La Hidroponía no es hija de la modernidad

El cultivo hidropónico es anterior al cultivo en tierra. Muchos textos lo ubican en la antigua Babilonia, específicamente en los Jardines Colgantes, una de las Siete Maravillas del Mundo Antiguo; aunque no está cien por ciento reconocido, si se acepta que fue uno de los primeros intentos exitosos de cultivar plantas hidropónicamente.

Foto: National Geografic

En la zona de América destaca la civilización Azteca con sus jardines flotantes llamados chinampas. Los mismos eran elaborados con bejucos y cañas que flotaban en el lago Tenochtitlán (México). El proceso se completaba con lodo extraído de esa masa de agua.

El término como tal fue acuñado en 1929, cuando William F. Gricke, profesor de la Universidad de California, define el proceso como hidroponía, que significa «agua que trabaja». Durante la Segunda Guerra Mundial, las fuerzas aliadas instalan en sus bases sistemas hidropónicos para proveer de vegetales y frutas frescas a las tropas en conflicto. A partir de esto, la hidroponía comercial se extiende en el mundo.

En los años sesenta se produce un gran avance en los cultivos hidropónicos, sobre todo debido a la proliferación en el uso de plásticos para las cubiertas de los invernaderos.

Durante la década del setenta, también se produce un impulso de las nuevas técnicas de cultivos hidropónicos sobre todo en ciertos países de Europa gracias a las ayudas al desarrollo agrario que pretendían sobre todo aumentar la productividad para conseguir el abastecimiento alimentario de la población.

En la actualidad, la hidroponía es muy para la investigación en el campo de la nutrición mineral de las plantas. También, es el método de producción hortícola con mayor nivel de intensidad.

 

Métodos hidropónicos

Para el año 2050 la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) estima una demanda superior al 60 % con respecto a la alimentación. El aumento de la densidad poblacional y los cambios del Medio Ambiente han colocado a la hidroponía como una alternativa real en esta esfera.

Los sistemas hidropónicos son técnicas de cultivo de plantas en las que las raíces se sumergen en una solución de nutrientes en lugar de ser cultivadas en el suelo. En la horticultura, se utilizan para cultivar una amplia variedad de plantas, incluyendo hortalizas, frutas, hierbas y flores.

La principal diferencia radica en la zona y forma de cultivo. En lugar de utilizar el suelo se utilizan diversos sustratos o materiales, como la turba y la fibra de coco, para sostener las plantas y proporcionar un soporte para las raíces. Los nutrientes se suministran por medio de tubos y sistemas de riego, lo que permite controlar con precisión la cantidad y el tipo.

Existen muchos tipos de sistemas hidropónicos, los cuales se determina a partir de las necesidades de los agricultores o posibilidades reales de las zonas de cultivo.

Los componentes esenciales de un sistema hidropónico incluyen un contenedor para la solución nutritiva, un sustrato como perlita, vermiculita o lana de roca para soportar las plantas, y un sistema de aireación para proveer oxígeno a las raíces. La solución nutritiva debe contener macronutrientes como nitrógeno (N), fósforo (P) y potasio (K), así como micronutrientes como hierro (Fe), manganeso (Mn), entre otros.

Casi cualquier planta puede crecer hidropónicamente, pero algunas como las lechugas, los tomates y las hierbas aromáticas se adaptan mejor a este método.

Con la hidroponía se aprovecha el espacio de manera más eficiente, ya que permite cultivos verticales, exteriores o en invernadero. La densidad de cultivo tiende a ser mayor debido a la eliminación de la competencia por los nutrientes y el espacio.  Por otra parte, al ser un entorno controlado y estéril, la necesidad de pesticidas y herbicidas se reduce significativamente, lo que resulta en alimentos más limpios y seguros.

Estos sistemas ofrecen varias ventajas sobre los sistemas de cultivo convencionales en términos de control de nutrientes, uso eficiente de recursos y espacio, ambiente de cultivo, y tiempo de producción.

El mantenimiento y la supervisión regular es esencial para el éxito de cualquier cultivo hidropónico. Esto incluye monitorear la solución nutritiva, ajustando su pH y conductividad eléctrica (CE) para asegurar que las plantas reciban los nutrientes correctos en la cantidad adecuada. Además, es crucial vigilar de cerca el crecimiento de las plantas para identificar y solucionar problemas como enfermedades o deficiencias de nutrientes.

 

La agricultura del presente y el futuro

Los cultivos hidropónicos ofrecen varias ventajas medioambientales; a esto se suma la posibilidad de cultivar en base a la necesidad consumo, y se reduce la utilización de transporte, lo que a su vez disminuye las emisiones de carbono.

El futuro de los cultivos hidropónicos vislumbra con avances en tecnología y métodos de cultivo en pos de la eficiencia y la accesibilidad.  La investigación actual se centra en optimizar las mezclas de nutrientes, mejorar las tecnologías de iluminación LED y desarrollar sistemas automatizados para el manejo de cultivos.

En la región asiática existe mucha cultura con respecto a este cultivo, y China uno de los países con mayor crecimiento al respecto. Por otra parte, Europa ha sido una de las principales regiones del mercado mundial de la hidroponía, representando el 34% del mercado total, y se prevé que esta tendencia continúe en los próximos años. La popularidad de la agricultura hidropónica se debe a la creciente demanda de productos orgánicos en Europa. A esta estadística se une Estados Unidos.

La hidroponía es muy versátil; países con clima desértico o muy frío también lanzan una mirada hacia ella, como una alternativa de alimentación sana y accesible para familias y grandes productores.

Cuba también da sus pasos en este sentido como parte de la política de producción de alimentos de manera responsable con el entorno. El primer sitio de su tipo en el país fue inaugurado por Fidel en 1962, en San Cristóbal. En la actualidad, la provincia de Artemisa es una de las más destacadas en este sentido, y desde la ciencia se continúa trabajando para lograr mejores entornos y nutrientes para obtener alimentos más saludables.

Los sistemas hidropónicos emergen como una alternativa útil y prometedora para enfrentar los retos globales actuales. Con ella se garantiza una producción alimentaria sostenible y responsable con el Medio Ambiente. Su aplicación es una tarea concreta en la lucha contra el hambre y el deterioro del planeta.

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