Aún hay sol, pero nos preparamos contra los vientos

La mañana y primeras horas de la tarde del domingo transcurren en la ciudad de Camagüey bajo un intenso sol y parcialmente nublado como cualquier otro día de un verano que se alarga en el calendario.

Sin embargo, en cada uno de los hombres y mujeres de la capital provincial, como en el resto de la parte oriental de la Isla están preocupados y ocupados en la fase de alerta ciclónica, establecida por la Defensa Civil Cubana, ante el inminente paso del huracán Matthew.

El sistema de Radio Cadena Agramonte  y las nacionales de radio y televisión han preparado emisiones especiales para mantener actualizado al pueblo sobre las medidas para preservar la vida de las personas y los recursos de la economía, frente a este fenómeno atmosférico que posee vientos de 240 kilómetros por hora, acompañado por una amplia área de intensas lluvias.

En cierta ocasión, alguien comentó que los cubanos saben tanto de meteorología como de pelota, como consecuencia de la amplia información que se divulgan en estos asuntos.

Son las 2 y 30 de la tarde, cuando escribo estas letras. No hay que ir muy lejos para conocer  las ideas que rondan en la cabeza de los camagüeyanos, desde aquellos que se agrupan en la bodega para adquirir los productos de la canasta básica o recorren otros  mercados,  en busca de ofertas de viandas, cárnicos y artículos de primera necesidad.

Así, por ejemplo, hay quienes comentan que el huracán es más peligroso  por su lento movimiento. Otros traen los malos recuerdos de los ciclones IKE y PALOMA, que prácticamente devastaron a la provincia en septiembre y noviembre del año 2008.

Un  estudiante universitario explicaba que desde el viernes le dijeron que no habría clase desde el día tres. No sorprende la decisión. Está escrito en el “librito” — como se dice comúnmente– de la Defensa Civil. Este es uno de los centros educacionales que siempre acoge a los evacuados que en cifra superior a las cincuenta mil personas proceden de zonas de riesgo de inundación o penetración del mar, como en Santa Cruz del Sur. Además de los albergues preparados en centros escolares, se organizan las acogidas en viviendas de vecinos y amigos.

En ciudad de Camagüey, fundada hace medio milenio entre los ríos Hatibonico y Tínima, se ponen en marcha medidas para enfrentar las inundaciones, según ha dado a conocer la prensa, en los lugares como La Esperanza, Las Delicias, San Antonio, Versalles, Salomé, El Jardín, La Belén y San Miguelito.

 

Con precisión los Consejos de Defensa provincial y municipales  analizan las condiciones preventivas en las ciudades y poblados en las costas norte y sur, así como los planes de riesgo en otros lugares de la provincia, caracterizada por una geografía llana que no representa obstáculos para debilitar los ciclones.

Al revisar las notas de mi blog en Internet,  quiero reiterar ideas de una de las crónicas en aquellas jornadas lamentables del año 2008, tras el paso del ciclón IKE (8 septiembre) que dejó un rastro de cuantiosos daños:

 Nuevamente será puesta a prueba la capacidad recuperativa de los camagüeyanos. Nos sentimos seguros, apoyados por manos solidarias. Saldremos adelante, a pesar de que “Paloma” no nos trajo un mensaje de Paz

En la espera del poderoso huracán Matthew, no serán necesarias otras palabras para sentenciar como nos preparamos contra los vientos