Invidentes y sinvergüenzas

(Tomada de Internet)

Hay expresiones verbales que definen la pertenencia a determinado país de quienes hablan; así si usted escucha a alguien en Costa Rica, Venezuela o México exclamar:

–¨ Eso ocurrió a la hora mismitica que mataron a Lola…¨

Por supuesto que de inmediato afirmará rotundamente que se trata de un cubano.

De igual forma hay frases que definen a un pueblo entero, como la muy nuestra Patria o Muerte, Venceremos.

Y a veces en las películas trascienden para el espectador parlamentos en la voz de sus protagonistas, que hablan muy claramente de la forma de pensar en la nación que se atribuye la propiedad sobre la obra.

En ¨Shooter¨, uno de esos filmes de acción que tanto gustan a los jóvenes (y a quienes no lo somos también, por qué no decirlo) un senador corrupto le dice al protagonista:

-¨No hay suníes ni chiítas, no hay Demócratas ni Republicanos, solo hay ricos y pobres…¨

En otra, cuyo título infortunadamente no recuerdo, y  con el tema del ¨restablecimiento de la Democracia¨ y ¨la salvaguarda de los Derechos Humanos¨ en otros países, por supuesto, un personaje, alto funcionario de la CIA  afirma a su interlocutor:

-¨La Casa Blanca cree que nuestro trabajo es desestabilizar países…¨

Y más adelante alguien manifiesta con igual autoridad y conocimiento de causa:

-¨La moral está muy bien, siempre que esa especie de brújula que marca el camino de mucha gente no interfiera en los negocios de otras… entonces nada funciona de acuerdo con la ética y todo vale…¨

Como se ve, quedan al desnudo en propuestas cinematográficas Made in USA, los propósitos de los halcones y sus asesores, y una desgraciadamente generalizada manera de pensar en los altos círculos de poder de la primera potencia del orbe.

Ah, pero aunque en el mundo existen unos 300 millones de débiles visuales y 35 millones de ciegos totales ¿Cuántos millones más hay que no quieren ver?