Europa cierra la puerta en las narices del dolor
Desde tiempos inmemoriales existió la migración; unos se trasladaban hacia lugares más cálidos, otros buscaban mejores territorios de caza, aquellos intentaban acercarse a las fuentes de agua potable, estos marchaban hacia la costa, para vivir de la pesca, en fin, movimientos de grupos humanos perfectamente naturales, que seguían el simple fluir de la vida.