La educación en Cuba es un derecho y un deber de todos. Sin embargo, las cifras de ingreso a la Enseñanza Superior decrece en comparación con años anteriores, aunque se garantizan las condiciones para que los estudiantes reciban la preparación necesaria en todos los niveles educativos.
Ante esta problemática surgen varias interrogantes: ¿qué sucede en los centros docentes con la formación vocacional?,¿qué factores sociales están pesando sobre los educandos?, ¿qué rol desempeña la familia actualmente sobre las decisiones y el incentivo para la continuidad de estudio?. Las respuestas son variadas y sustentadas desde el punto de vista de los emisores.
Más de 104 000 plazas para ingresar a la universidad es una cifra considerable; cada año se amplian las opciones para carreras de corte cientifico y humanísticas. A lo largo de los años las opciones se han ampliado, ya sea en carreras técnicas del nivel superior, en los cursos de trabajadores, en la modalidad de clases por encuentro, sin embargo, disminuye el interés de los estudiantes a presentarse en los exámenes de ingreso o continuar su camino hacia el profesionalismo.
Muchos organismos continúan con la iniciativa de visitar los centros educativos para familiarizar a los estudiantes con las diferentes carreras en aras de fomentar la entrada a las universidades. Bonita y necesaria iniciativa, pero no seguida por todos con el mismo compromiso. Muchas instituciones quedan al margen de las escuelas; estas a su vez poseen escasos dominios sobre las particularidades de las disciplinas, y aunque hacen el intento de explicar para despertar el interés, falta la magia de enamorar con el ejemplo, la vivencia propia y las experiencias.
Desarrollar visitas a los centros de trabajos,; realizar periódicamente puertas abiertas en la universidad; e implementar un plan de fortalecimineto de Círculos de Interés se hace necesario por parte de los espacios escolares, y sobre todo, de los departamentos de Capacitación de las diferentes instituciones. No basta la demanda de trabajo a tiempo, si en el debido tiempo no hay personal suficiente para la ocupación de las plazas.
Hoy como sociedad existen factores que influyen directamente sobre la continuidad académica: problemas económicos, escasez de recursos, el éxodo y la actual situación energética nacional. Basta conversar con los jóvenes para conocer en gran parte de ellos la desmotivación precisamente como individuos sociales, no obstante, queda en nuestras manos crear conciencia del significado profundo que tiene la «Educación» y la importancia de esta para garantizar el futuro de la nación.
Un buen Ingeniero Eléctrico, un Economista, un Científico pueden generar desde su formación la solución para muchos de los problemas que nos afectan. Justamente allí está la esencia para despertar la ansiedad joven de innovar y sentir.
La familia es un factor determinante en la decisión y el incentivo de los docentes. Desde la niñez a través de los diferentes juegos de roles se desarrollan las inclinaciones y preferencias del infante; las mismas pueden ir variando en dependencia de los cambios propios de la madurez, y es precisamente el apoyo familiar para fomentar el interés por el estudio desde edades tempranas lo que determina los resultados satisfactorios.
«La educación es el arma más poderosa que puedes usar para cambiar el mundo», pensamientos como este de Nelson Mandela es clave para entender la importancia que implica el conocimiento y el poder que llega a tener la Educación en todas las sociedades del mundo, incluyendo la nuestra para fomentar los «Sueños de Profesión».