Escenarios martianos

La Avenida de la Libertad, en la ciudad de Camagüey, vuelve a ser escenario de patriotismo.

Por aquí, entre vítores,  entraron los mambises al concluir la Guerra de Independencia en 1898 y desde entonces trocó su nombre la alameda, que enlazaba la ermita de La Caridad a la Villa Principeña. Seis décadas después otra multitud de camagüeyanos dieron la bienvenida al Ejército Rebelde, a la Caravana de la Libertad encabezada por Fidel.

En la reciente noche de enero, los pinos nuevos marcharon iluminados por antorchas, con banderas cubanas y las rojinegras del 26 de julio, para rendir homenaje al inspirador de las luchas libertarias, a pesar de la intermitente llovizna: era la víspera del aniversario 165 del nacimiento de José Martí Pérez

Cientos y cientos de rostros jóvenes resplandecían a la luz de las llamas, junto a hombres y mujeres que han hecho posible la sociedad de todos y para bien de todos, en este tributo extendido a Fidel y la Generación del Centenario quienes no dejaron morir las ideas del más universal de los cubanos. Imprescindible la condición de martianos para ser un patriota en aquellos, en los presentes y futuros días.

En la Plaza, sede del acto político cultural “Con la luz de sus ideas”, decenas de muchachas y muchachos reciben el carnet de la Unión de Jóvenes Comunistas. El pensamiento  de muchos presentes: siempre se podrá contar con la juventud cubana.