Letras, virtudes y nombres

Son interesantes algunas letras, como la ¨B¨, con la cual se escriben bondad, belleza, o la ¨C¨, que sirve para iniciar palabras tan detestables como cobarde, canalla (esas son letras malas).

Con esta introducción al tema, le conmino a una suerte de juego de caracteres e imaginación.

Pongamos por caso una consonante que me llama en lo personal, particularmente la atención, y es la ¨V¨, que sirve para escribir valor, vergüenza, vigor, viril, veraz, vigilante, visionario, versátil, vehemente y voluntarioso.

Si no todos, la inmensa mayoría de los vocablos que comienzan con la vigésimo cuarta integrante de nuestro alfabeto, describen cualidades que enaltecen al ser humano.

Y aunque sé que los nombres propios tienen sus peculiaridades, y puede haber Marta con ¨h¨o sin ella, Mayra o Mayda, Luis o Louis, Yanet o Janet, respeto demasiado las reglas para hacer un cambio drástico en su utilización.

Valdría la pena pedir permiso a la señora ortografía, y que como excepción de la regla me autorice, al menos hoy, a escribir Fidel con ¨V¨.

Porque si no es ese nombre ¿Cuál otro encierra en sí todos los valores incluidos en esa lista de palabras plasmada en el tercer párrafo de este trabajo?

Solo un hombre (y un nombre) adoptó como línea de conducta invariable en la vida todos esos significados, y muchos más, y consecuente con ello, labró para el presente y para el futuro su ejemplo de constructor y conductor de pueblos.