Un médico es un profesional que intenta mantener y recuperar la salud humana mediante el estudio, el diagnóstico y el tratamiento de la enfermedad o lesión del paciente. El 3 de diciembre se celebra el Día de la Medicina Latinoamericana en homenaje al doctor Carlos J. Finlay Barrés, médico y biólogo que naciera ese fecha del año 1833 en la ciudad de Camagüey.
Una manera de honrar a ese médico cubano (1833 – 1915) que tuvo el gran mérito de descubrir que le mosquito Aedes aegypti era el único agente de transmisión de la fiebre amarilla y contribuyó a erradicar esa plaga en la Isla y, posteriormente, en Panamá.
Ser médico es entregar la vida a la misión elegida, es no cansarse nunca de estudiar y tener todos los días la humildad de aprender una nueva lección.
Ser médico es amor, infinito amor a nuestro semejante. Gracias a la a ellos la vida puede prolongarse.
Los médicos cubanos nunca se quedan a medias en su altruista misión y extienden su conocimiento y mano solidaria en condiciones difíciles y zonas remotas de decenas de países, con los ojos fijos en el lado donde está el deber.
Hoy se multiplica la heroicidad de los hombres y mujeres de batas blancas, los trabajadores de la salud quienes convierten el interés en generosidad, transforman el tiempo en destiempo y ponen la medicina y la ciencia al servicio al ser humano.