Dan una voz a nuestras ondas hercianas, convierten en realidad una historia de casi 80 años, décadas de superación y entrega, décadas de Revolución que han sido un triunfo para Radio Nuevitas gracias también a ustedes, los locutores.
La magia del sonido, ese que atrapa a los nueviteros desde las 7:00 de la mañana y hasta las 11:00 de la noche, se nutre de su voz, que cual caricia regala música, información, entretenimiento.
Ser locutor o locutora no es tarea fácil, pues dar vida a la palabra, hacerla sentir y que llegue a los corazones de los oyentes con la intencionalidad deseada requiere de talento, creatividad y voluntad de superación.
Sus voces arrullan, convencen, movilizan, hacen soñar, por ello no son solo el último eslabón de un proceso en el cual intervienen escritores, periodistas, sonidistas, directores, asesores, sino que su labor resulta imprescindible para que el mensaje acierte en su objetivo.
No hay voz tan dulce como la tuya, Durvis, o carcajada más contagiosa que la de Mayelín.
Nadinne contagia con su ritmo juvenil mientras que Lourdes hace bailar con Bonito y Sabroso.
En este recuento de maestría y valor no puede faltar Lesbia, eterna enamorada de la radio, defensora del buen hacer y del buen vivir.
La destreza tampoco falta en las voces masculinas. Con un alegre buenos días saluda Armando, Boranis hace reflexionar, mientras que Obrian se empeña en esas razones que endulzan la vida y alegran el corazón.
Pero si de maestría se trata Finita es la guía, voz potente y cautivadora que sobrepasó las fronteras sonoras de Nuevitas para destacar como una cátedra de la locución camagüeyana.
No hay conocimientos completos cuando de locución se trata, y es que como cualquier obra fruto de los sueños y de la creatividad, ella es el arte de dar vida a la palabra, una joya que moldean día a día ustedes, los locutores. ¡Felicidades!