El yate Granma NO detuvo su marcha al amanecer del 2 de diciembre de 1956. Durante 65 años ha sido la fuente de inspiración de libertad y de victorias de la Revolución Cubana. Contra viento y marea, junto a Fidel, presente y en la memoria, las sucesivas generaciones de compatriotas no han dejado extinguir la luz de esa alborada.
Con la proa de la simbólica embarcación siempre al futuro, el pueblo cubano ha enfrentado el acoso del enemigo desde la lucha en las montañas hasta en la defensa de un proyecto social independiente, iniciado en enero de 1959 con la entrada victoriosa en La Habana, tras la expansión del Ejército Rebelde por las montañas orientales y centrales y la marcha por toda la Isla.
Al establecer la trasferencia histórica de los 82 expedicionarios del Granma, el Comandante en Jefe señaló «si ayer éramos un puñado de hombres, hoy somos un pueblo entero conquistando el porvenir». Hoy, la conmemoración del aniversario del desembarco del yate Granma, en la playa Las Coloradas, en la región oriental de Cuba, transcurre en medio de los desafíos de una pandemia de salud y otra de medidas hostiles del Gobierno Norteamericano para provocar la desestabilización social en el país.
Como suscribió Fidel antes de zarpar de México el yate Granma: «si salimos, llegamos; si llegamos, entramos; si entramos, triunfamos». Con ese legado histórico ¡triunfaremos! con nuestro trabajo y esfuerzo para restablecer la marcha hacia el futuro.
(Ilustración tomada de www.granma.cu)