Constitución de Guáimaro, primera adoptada por la República de Cuba en Armas (+VIDEO)

«Guáimaro libre nunca estuvo más hermoso… era mañana y feria de almas. Guáimaro, con sus casas de lujo, de calicantos todas y de grandes portales… Era  que el Oriente, Las Villas y el Centro de las almas locales perniciosas componían espontáneos el alma Nacional  y entraba la Revolución en la República». Así describe José Martí en su artículo 10 de Abril, publicado en el Periódico Patria.

El Apóstol hacía referencia a la concertación de un acuerdo  de unidad debido a la existencia en los primeros meses de 1869 de dos gobiernos, que dificultaba coordinar las acciones políticas militares; imponiéndose la necesidad de un gobierno único. El lugar escogido para la concentración fue el pueblo de Guáimaro porque era un pueblo libre en manos mambisas y se encontraba en un punto equidistante de las zonas de beligerancia.

Por primera vez constituidos en Asamblea Nacional en la mañana del 10 de abril de 1869,  se reunieron los representantes de los dos gobiernos: La Asamblea de Representantes del Centro y la Capitanía General de Oriente. A las 4 de la tarde de ese mismo día, se abrió la primera sesión de la Asamblea Constituyente con una alocución por parte del  Presidente, Carlos Manuel de Céspedes; posteriormente, los secretarios, Ignacio Agramonte y Antonio Zambrana leyeron el proyecto de Carta Magna, el cual fue aprobado en su conjunto.

Se aprobaron sin polémicas la gran mayoría del articulado aunque algunos fueron sometidos a debate de acuerdo a los criterios defendido por los delegados. Al final de la sesión que se extendió hasta las 8 de la noche, quedó definitivamente aprobada la Constitución de Guáimaro, primera adoptada por la República de Cuba en Armas.

La Constitución conformada por 29 artículos recogía el ideal democrático de la época que tenía en la delegación camagüeyana su más firme baluarte, la organización de la nación  descansaría en tres poderes: Ejecutivo, Legislativo y Judicial y estaba a la altura de los mejores logros obtenidos por la humanidad en ese campo hasta entonces y que eran el espíritu de la Revolución Francesa. Además al establecer como poder supremo del estado a una Cámara de Representantes,  se limitaban  los poderes del Presidente,  constituyendo una fórmula sin precedentes en América Latina.

Al día siguiente 11 de abril, a la 1 de la tarde,  se reunieron los constituyentes para celebrar la segunda sesión pública de  la Asamblea, en la que se tomaron acuerdos trascendentales como la adopción de la Bandera y el Escudo, y se dejó la organización del Ejército para una futura Ley Especial.

En  la Cámara de Representantes, resultaron elegidos para Presidente Salvador Cisneros Betancourt, y los secretarios fueron Ignacio Agramonte y Antonio Zambrana. Como Vicepresidente de la Cámara resultó electo Miguel Jerónimo Gutiérrez y los vicesecretarios fueron Miguel Betancourt y Eduardo Machado. Constituida la Cámara de Representantes su primer acuerdo fue que la Bandera de Bayamo presidiera las sesiones de la Cámara y formara parte del tesoro de la Nación. Posteriormente la Cámara haciendo ejercicio de una de sus más altas atribuciones eligió al Presidente de la República  que recayó por aclamación unánime en Carlos Manuel de Céspedes.

Eduardo Torres Cuevas, miembro del Consejo de Estado, director de la Oficina del Programa Martiano y uno de los historiadores más destacados del país; además de compilador, junto a Reinaldo Suárez Suárez, de El Libro de las Constituciones, comenta sobre la historia del constitucionalismo cubano desde el Salón Duaba del Capitolio Nacional –lugar que recrea la evolución histórica de nuestras constituciones–.