Camagüey celebra el Día Mundial de la Salud

El Día Mundial de la Salud se celebra cada siete de abril para conmemorar el aniversario de la fundación, en 1948, de la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Es en realidad una campaña en la que se invita a todas las personas a prestar atención especial a un problema de salud con repercusiones en todo el planeta. Se elige cada año para esta fecha un tema de interés prioritario para la OMS.

En esta ocasión, se pide a los líderes mundiales adoptar medidas concretas para promover la cobertura sanitaria universal, la cual se logra cuando existe una firme determinación política. Ello significa garantizar a todas las personas, en cualquier lugar, el acceso a los servicios de salud esenciales y de calidad, sin tener que pasar apuros económicos.

Los países que como Cuba destinan recursos en la cobertura sanitaria universal realizan una importante inversión en su capital humano. En los últimos decenios, esta protección ha surgido como una estrategia clave para avanzar hacia la consecución de otros objetivos relacionados con la salud y el desarrollo sostenible.

En Camagüey, como en todo el país, la cobertura sanitaria universal se traduce en la atención primaria, formada por 674 consultorios del médico y la enfermera de la familia, pertenecientes a 31 policlínicos. A través de estas unidades de salud, toda la población recibe atención gratuita y diagnósticos con tecnologías imprescindibles.

De igual forma, pueden acceder de forma libre al resto de los niveles del sistema de salud cubano: el secundario (Hospitales provinciales) y el terciario (Institutos).

Una Feria de Salud en las cercanías del mayor parque urbano del país, el Casino Campestre, promovió hábitos saludables de vida, pesquisas de enfermedades como la diabetes o la hipertensión, ventas de medicamentos y literatura sobre el tema, entre otras acciones encaminadas a la práctica de ejercicios físicos y toma de conciencia y autorresponsabilidad ciudadana con la salud.

Para el mundo las experiencias y éxitos de nuestro país en el campo de la salud revisten una importancia extraordinaria. Primero porque ello ocurre con las restricciones del bloqueo que persiste hasta el día de hoy, en una nación que tiene escasos recursos y que al mismo tiempo logra, por ejemplo, ser la primera en certificarse y recertificarse por haber eliminado la transmisión vertical del VIH de la madre al hijo y la sífilis congénita.

Cuba también eliminó la malaria, doce enfermedades inmunoprevenibles, y logra una de las esperanzas de vida más altas de la región, con un índice de mortalidad infantil de apenas cuatro por cada mil nacidos vivos.

Logros relevantes por el impacto que tienen en la salud y el bienestar de cubanos y cubanas, pero también demuestran la posibilidad de que otros países alcancen este tipo de éxitos con la claridad de desplegar un sistema basado en la atención primaria, enraizado en las comunidades y que responda de manera adecuada a la salud de sus poblaciones.