El reclamo

Seguramente usted sabe lo que es un dólar, y la capacidad de compra que tiene ese sencillo billete o moneda; de igual modo conoce cuánto podría comprar con cien, con mil o diez mil dólares.

Pero ya se complica bastante este ejercicio imaginativo cuando la cifra en cuestión es un millón de dólares… ¿Qué puede adquirirse con tanto dinero? ¿Cuántos problemas resolvería determinada persona o grupo de personas, e incluso una comunidad con ella?

Pues piense usted detenidamente, lo que significarían  753 688 millones de dólares, y si es capaz de imaginar tal cantidad de dinero, conozca que ese es el monto de la afectación económica del bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por los Estados Unidos de Norteamérica, la primera potencia mundial, a una pequeña isla de solo once millones de habitantes, quienes nunca han declarado la guerra a la vecina nación.

Un país de limitados recursos naturales,  estrecho pedazo de tierra ubicado en el mar Caribe, y que no puede disponer de equipos, tecnologías, elementos de repuesto, componentes o materias primas, e incluso medicinas y alimentos producidos en un gigante que no tiene razón alguna para adoptar una medida tan incongruente, irracional e ineficaz, según reconocen muchos estudiosos.

¿Cuánto hubiera podido avanzar en su camino hacia el desarrollo una sociedad que, a pesar de cruentas limitaciones, mantiene la mortalidad infantil al mismo nivel que las naciones más avanzadas, y ha llevado miles de médicos a todos los rincones del orbe, que no ha cerrado una escuela y que no mira el color de la piel, ni la inclinación sexual, las creencias religiosas o la filiación política de los ciudadanos?

Todas las esferas de la vida en Cuba, sin excepción, han sufrido y sufren el bloqueo, desde la economía, los servicios, la salud, la alimentación  e incluso buques que toquen puertos cubanos sienten sobre sí las prohibiciones, que también han golpeado a importantes bancos internacionales y entidades que han comerciado con La Habana.

Ningún camino sobre la faz de la tierra está alfombrado de rosas, pero quién lo duda, sin la afectación de esos  millones de millones de millones los fondos de esta islita tan digna como tan amenazada, habrían solventado un sinnúmero de puentes hacia el desarrollo, algo a lo que tienen derecho inalienable los nacidos en esta tierra, gente humilde, sencilla, respetuosa y solidaria, pero también valiente.

Una vez más, dentro de unos días, la comunidad internacional valorará el informe contra el bloqueo, y al igual que en las otras 24 ocasiones, la verdad y la razón se abrirán paso, recordemos que en octubre del 2015 el conteo fue de 191 votos a favor, dos en contra (E.U e Israel) y ninguna abstención.

Como reitera un prestigioso periodista de la televisión cubana: saque usted sus propias conclusiones.