Dos héroes unidos por la historia en un gran día

Las coincidencias históricas crean días singulares. Cada 14 de junio rememoramos los natalicios de dos de nuestros héroes: Antonio Maceo y Ernesto Guevara; hombres de épocas distintas, pero ambos con ideales de justicia similares y ligados a Cuba de manera indiscutible.

Del General Antonio, destacar su talento militar y valentía no resume en sí todas las virtudes que le acompañaban. Historiadores narran que tenía un profundo sentido ético, con amplia visión humanista y un estrecho vínculo con el pueblo.

Quizás el momento que más nos emociona de su vida, fue durante la Protesta de Baraguá en 1878, cuando no cedió ante las presiones del Ejército Español para capitular e intransigentemente manifestó su intención de continuar la lucha armada.

Sin temor a las balas enemigas, Maceo protagonizaba la carga al machete liderando sus tropas del Ejército Mambí,  de manera tan enérgica que  el enemigo no podía sostener por mucho tiempo el enfrentamiento.

Ese valor sin límites nos enorgullece, tanto que mencionarle como protagonista de nuestras gestas de independencia es para los cubanos un honor.

Esa misma sensación nos acompaña al mencionar al Che, el  Guerrillero Heroico que hizo de Cuba su Patria.

El espíritu solidario del joven Ernesto lo motivó a recorrer buena parte del Continente americano y a llegar tras un sueño a nuestro isla; el sueño  de vernos con la soberanía conquistada.

Más aún, después de contribuir a ello, entonces dio lo mejor de sí en la construcción de una sociedad nueva desde la naciente Revolución cubana.

Cuando fue tiempo de partir a Bolivia el Che Guevara se despidió de los cubanos con la nostalgia de dejar tras si el hogar, pero con el deseo ferviente de ayudar a otros; muestra evidente de ser un revolucionario cabal, de los que pertenecen a sus ideas más que a sí  mismos.

No se puede ser alguien simple para seguir  ideales de justicia, ofrendando si es necesario la propia vida.

Nos ayudó tanto el Che  a los de esta isla en el proceso de ser verdaderamente libres, que siempre recordarle nos conmueve y deja la huella en el pecho de un afecto inexplicable que además del agradecimiento tiene dosis de simpatía y admiración.

Con esta parte de la historia nos llegan cada 14 de junio los mejores recuerdos del Titán de Bronce y del Che, el Guerrillero indiscutiblemente heroico.