Respuesta a Yunior García Aguilera

Una cosa es vivir tu fantasía de «líder natural» y otra distinta es perder la decencia. Una cosa es caerte a elogios con Eliecer Avila y con Jose Carlucho y otra distinta es marginar a los que aquí hacen un trabajo mucho más serio que ellos. Una cosa es que formes parte del quorum de CiberCuba Noticias, ADN Cuba, CubaNet Noticias y cuanto medio está creado para mentirnos y ponernos a enfrentarnos unos contra otros dentro de la Isla y otra muy distinta es que ataques a nuestros medios públicos de esa forma déspota en que ahora lo haces. Una cosa es recibir -como recibes- los elogios de cierto youtuber antiético y vulgar en Miami y que ni te preocupe –más bien te cuadra– y otra distinta es que el vulgar seas tú y quieras aparentar que los que te critican y te enfrentan son dirigidos por el gobierno.

A mí no me dirige nadie del gobierno y a Michel, el de Con Filo, tampoco. A La Tizza no la dirige nadie. Simplemente somos jóvenes que no creemos en ti, que no caemos en tu juego, que sabemos muy bien cómo funcionan tus reglas y cuál es tu meta. Ustedes ni se esconden para decir que el fin de todo lo que hacen es que se caiga la Revolución y están articulados con los que llevan 60 años intentándolo por todas las vías, incluso matando inocentes. El sueño que construyeron nuestros abuelos coño, el que sostienen nuestros padres con trabajo: ese es el que quieres destruir; entonces nosotros tampoco nos esconderemos para decirte las verdades.

Nadie te teme Yunior García. Tu ataque a Abdiel Bermúdez es una muestra más de que no sirves, o de que te has dispuesto a ser el nuevo papel sanitario de la política cubana con la que limpian sus c@gadas toda la mafia cancerígena que vive en Miami y que quiere, a través de instrumentos como tú, enfermarnos de odio. Pero el odio no nos mueve, y lo único que odiamos en esta vida es el odio, el odio que nos ha quitado vidas, vidas de tus hermanos cubanos que murieron en La Coubre, en Girón, en el Escambray, en Barbados. Vidas de los niños que han muerto por no tener el medicamento que los puede salvar a la mano, no porque el gobierno cubano no quiera pagarlo, sino porque un Bloqueo prefiere negárselos y dejarlos morir. Todas esas vidas ahora te las pasas por el forro de los c0j0nes y crees que eres el adalid de los nuevos tiempos, el elegido sin canción.

A ti nadie te tiene miedo Yunior García. Tú eres uno más. Uno más de los que ha figurado con «buenas intenciones» para intentar destruir el sistema de justicia social que hay en Cuba con todas sus garantías. Uno más que dentro de unos años serás un recuerdo y uno muy jodido, el recuerdo del tipo que estaba intentando jodernos cuando todo un país estaba volcado a derrotar una pandemia y a levantarnos de la crisis. Uno más que será olvidado porque los hombres no pueden ser más grandes que el Sol, y eso pretendes tú, y también pretendes ser la luz y también pretendes hacernos creer que lo eres y que necesitamos quemarnos con ella.

No sigas victimizándote a través de hombres que son más honestos que tú. No los uses para mejorar tu camuflaje. No nombres a Abdiel porque ese nombre te queda grande y le cuesta salir de tu boca. Abdiel sigue siendo un ser de pueblo, un holguinero que no olvida dónde están las manchas de nuestra realidad, un irreverente que funcionario alguno no puede contener, un periodista crítico y con la sensibilidad suficiente para remendar los disensos. Abdiel es un periodista, no es un vocero. Aquí el único que vocifera ofensas y anda en todas las portadas de los medios de ultraderecha de Miami eres tú, Yunior, el vocero eres tú. La nueva voz de la ultraderecha.

No sigas victimizándote. Tú no eres una mancha en nuestro país. Nunca lo has sido. Tú eres un profesional, un dramaturgo talentoso graduado en nuestro sistema de enseñanza artística gratuitamente, un muchacho con sueños que tuvo la suerte que otros no han tenido de cargar con todo su grupo Trébol hacia La Habana, con la ayuda de las instituciones. Ni el Consejo Nacional de Artes Escénicas te ha dejado de pagar la ayuda salarial en este tiempo, ni tus obras salieron de cartelera cuando dirigiste el 27N, ni te dejaron de mencionar esta semana en Mediodía en TV como director de una obra que se está trabajando. La «dictadura» te sigue manteniendo. Quizás es la única «dictadura» de la historia que hace algo así. La «dictadura» sigue proyectando tu arte. Díselo a la gente que te sigue, Yunior.

Que Abdiel sepa que no debe cargar con las infamias que has puesto sobre su nombre. Que sepa hoy que yo lo admiro más que lo que siempre lo he admirado y que sepa también que en Cuba mucha gente reconoce el tronco de profesional que es. Que no se amilane ante el acto de repudio que le hiciste ayer en tu perfil para que fueran a atacarlo. Que no te deje de mirar a los ojos cuando te tenga al frente porque ante ti no hay cabeza alguna que agachar.

«Cuando hay muchos hombres sin decoro, hay siempre otros que tienen en sí el decoro de muchos hombres». Ese hombre es Abdiel. No tú.

#TeApoyamosAbdiel