Cuba reabrió destinos en la cayería norte para el turismo internacional

Con una infraestructura forjada en comunión con la naturaleza a lo largo de más de dos décadas, los destinos Jardines del Rey y Cayo Santa María, al norte de las provincias de Ciego de Ávila y Villa Clara, respectivamente, continúan la consolidación como destinos turísticos imprescindibles para el país.

Entre ambos disponen de 46 hoteles con categoría de cuatro y cinco estrellas y más de 19 000 habitaciones abiertas al turismo nacional e internacional, que los convierten en dos de los sitios más promisorios en Cuba y el área del Caribe en los últimos años.

El hotel Pullman Cayo Coco, en Jardines del Rey, listo para recibir a los turistas. Foto: Ortelio González Martínez

Al Pullman Cayo Coco, de la cadena Gran Caribe, y al  Playa Paraíso, de Gaviota, corresponderá darles la bienvenida a los primeros visitantes que arriben a Cayo Coco, mientras que al norte de Villa Clara las instalaciones que están previstas para iniciar operaciones son el Hotel Playa Cayo Santamaría, Iberoestar Ensenacho, Meliá Las Dunas y Dhawa Cayo Santa María, explicaron Iyolexis Correa Lorenzo y Regla Dayamí Armenteros Mesa, delegadas del Turismo en Ciego de Ávila y Villa Clara, respectivamente, quienes precisaron que la apertura será de manera escalonada, en la medida que vaya creciendo la afluencia de turistas foráneos.

Las directivos aseguraron que, aunque no hay una fecha definida para la llegada de los primeros visitantes, sí se conoce que ya se abrieron a la venta las reservaciones en distintos países, sobre todo, en el mercado canadiense, que tiene en esta zona geográfica su destino preferido, y a las aerolíneas como Air Transat, Sunwing o Northwind con vuelos directos a los aeropuertos de Santa Clara y Jardines del Rey.

Tanto en el aeropuerto de Cayo Coco, como en el Abel Santamaría, se ha trabajado de manera coordinada, para efectuar allí el protocolo establecido de control de la temperatura y otras precauciones antes de que los veraneantes aborden los ómnibus, que los llevarán directamente hasta los hoteles de la cayería, sin paradas intermedias.

CON TODAS LAS PRECAUCIONES

Como se ha expuesto, la actividad turística se enmarcará dentro de los cayos, donde se podrá optar por las excursiones, como productos náuticos, ofertas gastronómicas y extrahoteleras, visitas a los delfinarios, excursiones, alquiler de autos, paseos de lanchas rápidas y otros recorridos a fin de facilitar una feliz estancia.

Los hoteles aplicarán diversas alternativas para ampliar los servicios, de forma tal que se garantice el distanciamiento físico y la cantidad de personas requeridas en las instalaciones, para poder operar con una ocupación adecuada de las habitaciones.

Respecto a los clubes, cabarets, salas de fiestas y discotecas de las instalaciones hoteleras, se explicó que abren con una ocupación de entre un 30 y un 50 %; mientras la renta de autos se restablece de manera limitada, solo en el interior de los cayos.

Desde que a mediados de marzo del presente año ambos destinos se vieron obligados a tirar anclas y cerrar las puertas, a causa del sars-cov-2, la pandemia que le cambió el destino a millones de personas en el mundo, jamás reinó la inactividad, ni se cruzaron de brazos en espera de la llegada de los tiempos de bonanzas.

«Los trabajadores se dedicaron, asevera Correa Lorenzo, a la pintura y mantenimiento de las instalaciones, los equipos de climatización, las cocinas, el cuidado de las piscinas, la pintura de las unidades y el perfilado de la jardinería y áreas verdes.

«Es una de las razones por las que los hoteles e instalaciones extrahoteleras de los cayos Coco y Guillermo mostrarán un producto renovado, tras ser certificados como Turismo Más Higiénico y Seguro, a partir de acuerdos entre los ministerios cubanos del Turismo y de Salud Pública».

Por su parte, Armenteros Mesa mencionó la aplicación de manera obligatoria de la desinfección de las manos con hipoclorito de sodio al 0,1 % o solución hidroalcohólica al 70 % a la entrada de los hoteles y la limpieza sistemática de las superficies con esas sustancias, como medida para evitar el contagio, porque el sars-cov-2 puede estar agazapado en cualquier lugar.

Por esa razón será obligatorio el uso de guantes de látex, poliuretano o polietileno por parte del personal de limpieza, así como el empleo de sustancias desinfectantes, además de la realización de la limpieza y desinfección de los utensilios de cocina-comedor, siguiendo los pasos establecidos.

Los trabajadores que prestarán servicio laborarán en turnos de siete días y luego tendrán una cuarentena por igual periodo de tiempo, además de realizarles tests rápidos.

Si por vez primera, en marzo pasado las instalaciones de estos islotes se vieron obligadas a cerrar las puertas a veraneantes cubanos y extranjeros por la pandemia de la COVID-19, desde este 1ro. de julio también son los pioneros en abrirlas: Cayo Coco, Cayo Guillermo, Cayo Cruz y Cayo Santa María, «por tratarse de algunos de los principales polos del turismo de playa en Cuba y por encontrarse en zonas aisladas», han dicho autoridades del sector.

Los recursos invertidos en la cayería del norte de Ciego de Ávila y Villa Clara han permitido el fomento de una infraestructura general, que, sin pecar de exageración, pudiera comparársele hoy día con las de algunas islas del área caribeña, sin que se detengan las inversiones, pese a las hostiles medidas de EE.UU. que se empeñan en paralizarlas.

Como los tiempos de la cayería no son los mismos en que el célebre Premio Nobel de Literatura, Ernest Hemingway, escribía y espantaba mosquitos, mientras navegaba en el yate El Pilar por las aguas del norte de esta región, las autoridades encargadas de velar por la seguridad de ambos destinos actúan con cautela, sobre todo, en esta fase en que se decidió abrir las puertas a dos polos en constante evolución.