Pediatría camagüeyana en la vanguardia médica de Cuba

Kevin Hernández Acosta. Foto: Cortesía de la Familia

La medicina cubana se puso a prueba con la compleja intervención quirúrgica al niño Kevin Hernández, quien muestra una notable recuperación hoy en esta oriental ciudad, tras el padecimiento de una atresia esofágica.

El Simposio de Cirugía Torácica Pediátrica sirvió de escenario para que el equipo integrado por el doctor Alfred Maier, de la Universidad Médica de Graz, Austria, y médicos del Hospital pediátrico de Camagüey salvaran la vida de Kevin, de tres años de edad, afectado de la malformación congénita.

Los profesionales de la salud del país caribeño, comandados por el prestigioso médico europeo, reemplazaron el esófago al niño de tres años, con parte de su propio estómago, proceder conocido como ascenso gástrico pediculado.

Aunque el galeno austriaco cuenta con experiencia en dicho procedimiento, en abril de 2017 resultó la primera vez que se llevó a cabo este tipo de operación en suelo camagüeyano, con el propósito en primera instancia de convertir ese segmento del paciente en forma tubular hasta su cuello.

Varias intervenciones antecedieron esta última, que permitió estabilidad en Kevin, cuya alimentación dependía de una sonda, ante el impedimento de llevar cada alimento por la vía normal directa.

Gracias al colectivo integrado además por los doctores Yudeilys Rodríguez, especialista en Cirugía Pediátrica, Carlos A. Fernández y Georgina Sánchez, responsables de la actividad en anestesiología y reanimación, el éxito de la intervención rinde frutos, y es chequeado constantemente.

El importante acto quirúrgico se transmitió por el sistema de circuito, en tiempo real, y se observó en diferentes centros hospitalarios de la mayor de las Antillas.

Al término de la operación el galeno austríaco aseguró que ‘el procedimiento con una sutura garantizaba su calidad y desarrollo de vida como la de cualquier otra persona’.

Este mes de julio recibe a Kevin con salud, ‘sin la necesidad de eliminar la saliva por su cuello, y mucho menos ser alimentado por el abdomen, cuando por necesidad parcial hubo que sustituirle el esófago con parte del colon’, explicaron los profesionales de la salud que le atienden.

‘Hoy vemos avances, ya camina solo y come por su boca; se requieren cuidados, pero su evolución es satisfactoria’, declaró a la prensa, Rodríguez Ávalos, la especialista en Cirugía Pediátrica del hospital Eduardo Agramonte Piña de Camagüey.

Entre las posibles complicaciones que presentan los bebés se encuentran la posibilidad de inhalar saliva y otras secreciones hacia los pulmones, derivado en neumonía por aspiración, asfixia y posiblemente la muerte.

Estudios científicos cubanos atestiguan que estos problemas no son hereditarios; cerca de uno de dos mil 200 a cuatro mil 500 nacimientos tiene semejante afectación de la salud, y en la actualidad el porcentaje de supervivencia en Cuba ronda del 70 al 90 por ciento.

La atresia esofágica es una malformación congénita típica y clásica en la Cirugía Pediátrica y la solución quirúrgica para el problema se conoce como el Epítome de la cirugía moderna.

(Tomado de www.prensa-latina.cu)